La fiebre del chocolate: Cuando el cacao es más valioso que el oro

Los granos de cacao tenían un valor tan alto que se usaban para comprar alimentos, pagar tributos e incluso saldar deudas

La fiebre del chocolate: Cuando el cacao es más valioso que el oro

La fiebre del chocolate: Cuando el cacao es más valioso que el oro

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

4 min lectura

Durante siglos, el cacao ha sido más que una simple materia prima para hacer chocolate. En su historia hay mucho más que sabor: hay economía, cultura, y en ciertos momentos, el papel de un activo refugio comparable al oro

Hoy, en pleno siglo XXI, su valor en el mercado global se ha disparado y ha vuelto a colocarse en el centro de atención de inversores, productores y consumidores. El cacao como moneda y valor refugio en tiempos antiguos

Antes de que el cacao fuera procesado en tabletas dulces en las fábricas de Suiza o Bélgica, fue considerado un bien sagrado por las civilizaciones mesoamericanas, especialmente los mayas y los aztecas. Estos pueblos no solo consumían el cacao en forma de bebida amarga y espumosa, sino que también lo utilizaban como moneda de cambio.

el valor refugio del cacao

Los granos de cacao tenían un valor tan alto que se usaban para comprar alimentos, pagar tributos e incluso saldar deudas. 

Por ejemplo, un pavo podía costar hasta 200 granos de cacao y un esclavo hasta 100 granos. En tiempos de inestabilidad, almacenar granos de cacao era una forma de preservar riqueza, una función muy similar a la que hoy cumple el oro.

Este papel del cacao como valor refugio estaba basado en su aceptabilidad generalizada, su durabilidad (si se almacenaba en condiciones adecuadas) y su escasez relativa, especialmente fuera de las zonas productoras. Es decir, cumplía con varias características que aún definen a los activos refugio en la economía moderna. 

El cacao sigue siendo un producto atractivo en el que invertir

El cacao sigue siendo un producto atractivo en el que invertir

La evolución hacia un commodity global  

Con la llegada de los colonizadores europeos al continente americano, el cacao comenzó su transición hacia Europa y, eventualmente, al mundo entero. 

De símbolo ritual y moneda indígena pasó a ser un producto de lujo para las élites europeas. A medida que crecía la demanda, también lo hacía la necesidad de cultivo, lo que llevó a la expansión de plantaciones en África, Asia y América del Sur.

Hoy, el cacao se cultiva principalmente en África Occidental, especialmente en Costa de Marfil y Ghana, y juntos producen más del 60 % del suministro mundial. El mercado del cacao se rige por la lógica de oferta y demanda, como cualquier otro commodity, y su precio es extremadamente sensible a factores climáticos, políticos y sociales. 

¿Por qué está subiendo tanto el precio del cacao?  

En 2024 y 2025, los precios del cacao alcanzaron niveles históricos, superando los 10.000 dólares por tonelada en algunos contratos de futuros. ¿Qué está pasando?

Clima extremo: Las sequías prolongadas y las lluvias fuera de temporada asociadas al cambio climático han afectado las cosechas en África Occidental. Menor producción implica menor oferta, lo que impulsa los precios al alza.

Enfermedades de las plantas: Brotes de enfermedades como la “moniliasis” y el “mal del brote hinchado” han devastado algunas regiones productoras, reduciendo aún más la oferta.

Condiciones laborales y políticas: En algunos países productores, las políticas gubernamentales, las huelgas de trabajadores y los conflictos han limitado la capacidad de producción y exportación.

Especulación financiera: Ante la volatilidad de otros activos y la inflación global, algunos inversores han empezado a ver el cacao como un nuevo “activo refugio” moderno, comprando futuros y elevando artificialmente el precio a través de la especulación. 

Manos con granos de cacao

Al igual que el oro, el cacao tiene un mercado global

¿Puede volver el cacao a ser un valor refugio moderno?  

Aunque no se utiliza como moneda en la actualidad, el cacao está ganando un lugar en las estrategias de inversión de ciertos fondos que buscan diversificación más allá de los metales preciosos. 

Al igual que el oro, el cacao tiene un mercado global, se ve afectado por eventos geopolíticos y climáticos, y mantiene una demanda constante debido a su uso en la industria alimentaria y cosmética.

Además, a diferencia del oro, el cacao tiene una demanda física inelástica: la gente no puede simplemente dejar de consumir chocolate, especialmente en países donde es parte fundamental del consumo cultural y emocional.

Esto hace que, aunque volátil, el cacao tenga una base sólida de valor y potencial de revalorización a largo plazo. Claro está, su almacenamiento y transporte son más complejos que los del oro, y su valor puede ser más vulnerable a eventos agrícolas y sanitarios. 

un termómetro del mundo

El cacao ha recorrido un camino fascinante: de moneda ritual a ingrediente indispensable del chocolate moderno, y ahora a posible activo estratégico en los mercados financieros. 

Su valor en el mercado ya no depende solo del gusto del consumidor, sino también de factores globales como el clima, la política, la especulación y la ética de producción.

Si bien es poco probable que vuelva a ser usado como moneda literal, el cacao ha demostrado que puede comportarse como un termómetro del mundo: cuando la tierra sufre, el precio sube; cuando la economía se tambalea, los inversores lo miran con otros ojos. Tal vez, después de todo, el “alimento de los dioses” nunca dejó de ser un tesoro.

Herrera en COPE

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