Las paran por no llevar puesto el cinturón en el coche y acaban detenidas por robo a ancianos

Los Mossos d'Esquadra han detenido en un control de tráfico a tres mujeres de 35, 38 y 54 años como presuntas autoras de dos hurtos en dos domicilios de Cabanes y Caldes de Malavella (Girona). En el caso de estas tres mujeres constan "multitud" de antecedentes por hechos similares.

La mañana del martes, un dispositivo de tráfico formado por dos agentes con motocicletas realizaba un control preventivo en la N-II cuando pararon un turismo porque las tres ocupantes no llevaban el cinturón de seguridad.

Los agentes las identificaron, les registraron y les intervinieron seis teléfonos móviles y también piezas de ropa, además de 4 monederos, 70 euros en efectivo y dos relojes que llevaban en el maletero.

la detención coincidió con una denuncia por robo

Los Mossos tuvieron conocimiento de que una vecina de Cabanes (Girona) había sido víctima de un hurto dentro de su domicilio, y que en este momento estaba presentado la denuncia en Figueres (Girona).

El robo había sido cometido la misma mañana: dos mujeres llamaron al timbre y pidieron ir al baño con la excusa de que una de ellas se había indispuesto y se encontraba mal.

Una fue al servicio situado en la primera planta y le robó las pertenencias de la habitación, dinero y un teléfono móvil, y la otra se quedó en el recibidor controlando y distrayendo a la víctima.

Los agentes, ante las evidencias como presuntas autoras, las detuvieron; además, acusaron a la conductora del vehículo por un delito contra la seguridad viaria por no haber obtenido nunca el permiso de conducir y en una de las gestiones policiales se verificó que esa misma mañana habían sustraído dos teléfonos móviles de una casa de Caldes de Malavella (Girona).

Las tres detenidas, que pasarán próximamente a disposición judicial en Figueres (Girona), aprovecharon la vulnerabilidad de la víctima para actuar con engaño.

no abrir nunca la puerta a extraños

Los Mossos recomiendan no abrir la puerta a personas desconocidas. Siempre es importante verificar quién está llamando antes de abrir la puerta. Si no se espera a nadie, es mejor no abrir. 

No hay que facilitar la entrada de mendigos ni vendedores ambulantes y desconfiar siempre de aquellas personas que quieren entrar en casa con algún pretexto o engaño. Si alguien nos dice, por ejemplo, que viene de una compañía de servicios (agua, luz, gas, etc), hay que pedir una identificación oficial y, si es posible, confirmar la visita  llamando a la compañía. 

Abrir la puerta a extraños puede tener consecuencias, especialmente para personas mayores. Podemos ser víctimas de robo o estafa. Pero también corremos un riesgo físico. En casos extremos, abrir la puerta a un desconocido puede poner en riesgo nuestra integridad fisica.