racismo

La surrealista medida en el Parlament catalán: Prohíben los famosos 'Conguitos' por tener connotaciones racistas

Los gestores del bar habrían tomado la decisión, aunque se cree que el Pla D'Igualtat de la Cambra estaría detrás de esta polémica

Redacción COPE Cataluña

Barcelona - Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

El bar del Parlamento de Cataluña ya no venderá más 'Conguitos'. La Cambra niega que la medida tenga como origen una decisión del propio Parlamento en cumplimiento del Pla d'Igualtat. Sea como sea, cuando se acabe el stock, no se volverán a vender este tipo de chocolatinas a los diputados.

Según Gabriel Capilla, profesor de derecho administrativo de la Universidad Abat Oliva, dice que desde un punto de vista jurídico, si se llevase el caso a los tribunales, no cree que tuviese demasiado recorrido, ya que no ve la discriminación por ningún lado. De hecho, dice, es un tema social: "La gente tiene la piel muy fina en según qué cuestiones".

Foto del Parlamento de Cataluña

Capilla ha recordado que la marca que distribuye 'Conguitos' ya hizo cambios hace unos años en la imagen del producto. I otras marcas que han estado acusadas de lo mismo, de racismo o algún tipo de discriminación, también han eliminado canciones o han hecho cambios de imagen. 

En realidad, según Capilla, es el mercado el que acaba castigando o no, si considera que la marca en cuestión discrimina o no. 

Con todo, esta decisión va en la línea de una iniciativa que surgió en 2020 y en la cual se pedía a los ciudadanos no consumir este producto porque el envoltorio "tenía una imagen que sus impulsores consideraban racista".

¿por qué dicen que "conguitos" tiene connotaciones racistas y un "brazo de gitano" no?

"Conguitos" es una marca española de chocolates recubiertos de azúcar. Su logotipo, históricamente, presentaba a una figura de piel negra, con labios exageradamente grandes, sin mucha vestimenta o características individuales. 

      
             
      

Esta figura ha sido criticada por evocar estereotipos racistas que deshumanizan a personas de origen africano, particularmente conectados con la era colonial y la forma en que se representaban a las personas negras en medios populares.

Los rasgos físicos exagerados del personaje de "Conguitos" refuerzan estereotipos visuales que se han utilizado durante siglos para caricaturizar y deshumanizar a los negros. 

La figura simplista y caricaturesca puede recordar las representaciones racistas del pasado que se utilizaban para hacer que las personas negras parecieran inferiores.

      
             
      

Este tipo de representaciones tiene raíces en una historia de colonización, esclavitud y racismo estructural. Es por eso que la marca ha recibido críticas, ya que perpetúa imágenes dañinas que están conectadas con la opresión racial, aunque la intención original de los creadores de la marca no fuera explícitamente racista.

El brazo de gitano y la falta de connotaciones racistas

 El "brazo de gitano" es un pastel enrollado que no tiene ninguna representación visual de un grupo étnico.

      

 El nombre proviene de una leyenda popular que dice que los pasteleros gitanos habrían introducido este tipo de pastel a España, o que el nombre se refiere a un aspecto práctico (se asemejaba a un brazo). 

No obstante, el pastel en sí no perpetúa ni representa visualmente ningún estereotipo sobre la comunidad gitana.

A diferencia de "Conguitos", que utiliza una imagen que puede considerarse deshumanizante, el "brazo de gitano" es solo un nombre y no representa gráficamente a ninguna persona. Por lo tanto, no hay imágenes o símbolos que perpetúen estereotipos negativos sobre la comunidad gitana.

La diferencia radica en que "Conguitos" utiliza una imagen de un personaje negro que reproduce estereotipos históricos y racistas, mientras que el "brazo de gitano" es solo un nombre, sin connotaciones visuales o representaciones despectivas hacia ninguna etnia o raza.

En fin, que en el fondo hablamos de tener la piel demasiado fina y de la deriva sin rumbo de lo políticamente correcto llevado al absurdo

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