¿Cómo te influye el clima?: Aunque no lo notes, tu comportamiento lo refleja
El clima exterior nos afecta por dentro al influir en factores biológicos como las hormonas y altera nuestros hábitos de vida.

El clima puede influirte más de lo que crees y si eres meteosensible aún más.
Barcelona - Publicado el
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El escritor Josep Pla escribía en sus libros que la gente ampurdanesa era abierta por efecto de la tramontana que marcaba el carácter de la gente que vive en el Empordà.
Es cierta esta afirmación, aunque no la exprese un científico, sino un escritor. Las personas vivimos en diferentes climas, con una variabilidad impresionante de temperaturas, precipitación, nubosidad, insolación, velocidad del viento, lo que condiciona el carácter de la gente que vive en cada lugar.
La gente ha atribuido los cambios de humor al clima
El clima exterior nos afecta por dentro al influir en factores biológicos como las hormonas y altera nuestros hábitos de vida.
Podemos minimizar los cambios de humor estacionales y mantener estados de ánimo consistentes con estrategias nutricionales y de comportamiento. La ciencia detrás de la relación con clima en el estado de ánimo.
Investigaciones han demostrado que nuestro cerebro responde a estímulos ambientales mediante neurotransmisores y hormonas. Por ejemplo, la melatonina, responsable de regular el sueño, se produce en mayor cantidad durante los días oscuros, lo que puede explicar la sensación de somnolencia en invierno.

El clima puede influir en nuestros hábitos
Además, el clima puede influir en nuestros hábitos: días soleados suelen estar relacionados con mayor actividad al aire libre, mientras que días fríos o lluviosos fomentan el sedentarismo, lo que puede afectar negativamente nuestro estado de ánimo.
Influencia del clima en el estado de ánimo
Diversos estudios han demostrado que factores climáticos como la temperatura, la luz solar y las precipitaciones pueden afectar nuestro estado emocional:
Temperatura: Altas temperaturas pueden aumentar la irritabilidad y la fatiga, mientras que temperaturas bajas suelen asociarse con sentimientos de tristeza y retraimiento.
Luz solar: La exposición a la luz solar estimula la producción de serotonina, un neurotransmisor que contribuye a la sensación de bienestar. Por el contrario, la falta de luz puede disminuir los niveles de serotonina, afectando negativamente el estado de ánimo.
Precipitaciones: Días lluviosos y nublados pueden provocar una disminución en la actividad física y social, lo que puede llevar a sentimientos de aislamiento y melancolía.
Además, cambios estacionales pueden desencadenar el trastorno afectivo estacional (TAE), una forma de depresión que ocurre en ciertas épocas del año, generalmente en otoño e invierno, y se asocia con la reducción de la luz solar.

Estos días lluviosos suelen asociarse con introspección, melancolía e incluso una disminución de la motivación.
Diferentes efectos del clima en el estado de ánimo
El clima no afecta a todos por igual, pero existen patrones comunes que se han identificado:
Días lluviosos y grises: Estos días suelen asociarse con introspección, melancolía e incluso una disminución de la motivación.
Días soleados: A menudo se relacionan con alegría, energía y una mayor disposición para la actividad física y social.
Altas temperaturas: El calor excesivo puede provocar irritabilidad, fatiga y dificultad para concentrarse.
Bajas temperaturas: El frío puede generar aislamiento y apatía, ya que preferimos quedarnos en casa y evitar actividades al aire libre.
Estrategias para mantener el bienestar emocional ante cambios climáticos
Reconocer la influencia del clima en el estado de ánimo nos permite implementar acciones para mitigar sus efectos negativos:
Aprovechar la luz natural: Exponerse al sol siempre que sea posible, especialmente durante los meses de invierno, para estimular la producción de serotonina y vitamina D, mejorando el estado de ánimo y la salud general.
Mantener una rutina de ejercicio: La actividad física regular, preferiblemente al aire libre, ayuda a liberar endorfinas, reduciendo el estrés y elevando el ánimo.
Fomentar la socialización: Participar en actividades sociales, incluso en condiciones climáticas adversas, previene el aislamiento y promueve el bienestar emocional.
Crear ambientes acogedores: En días fríos o lluviosos, acondicionar espacios interiores con iluminación adecuada y elementos que generen confort puede contrarrestar los efectos negativos del clima.
Practicar técnicas de relajación: La meditación, el yoga y la respiración profunda ayudan a manejar el estrés y mantener el equilibrio emocional, independientemente del clima.
Mantener una dieta equilibrada: Consumir alimentos ricos en nutrientes que favorecen la salud mental, como aquellos que contienen omega-3, triptófano y vitaminas del complejo B, contribuye a estabilizar el estado de ánimo.
Buscar ayuda profesional si es necesario: Si los cambios en el estado de ánimo son significativos y afectan la calidad de vida, es recomendable consultar a un profesional de la salud mental.
Implementar estas estrategias puede ayudar a mantener un estado de ánimo equilibrado, independientemente de las condiciones climáticas.
El clima y el estado de ánimo están más conectados de lo que creemos. Si bien no podemos controlar las condiciones climáticas, sí podemos tomar medidas para mitigar sus efectos en nuestras emociones.
Desde disfrutar de la luz natural hasta crear espacios acogedores en casa, hay muchas formas de mantener el bienestar emocional en cualquier temporada.
Ya sea que vivamos en una ciudad soleada, lluviosa, ventosa o calurosa y húmeda, es común hacernos la pregunta: ¿el clima al exterior afecta cómo nos sentimos por dentro?

¿La lluvia afecta al humor?
¿El clima frío o lluvioso realmente empeora el estado de ánimo, la luz del sol mejora la felicidad y el calor y la humedad nos irritan, como sugieren las anécdotas y la investigación observacional, o estas experiencias meteorológicas y del estado de ánimo son solo otro ejemplo del notable poder de las creencias culturales y el sesgo de confirmación para moldear nuestras percepciones de la realidad?
La ciencia del humor y la meteorología
La ciencia evolutiva no contradice la posibilidad de una relación clima-emoción. Durante miles de años, evolucionamos bajo la fuerte influencia de la Naturaleza y aprendimos de su amor duro, moldeando nuestros cuerpos, nuestros sentidos y nuestro cerebro para sobrevivir y reproducirnos con éxito.
Apreciar nuestra larga historia de eones como seres humanos que evolucionan en parte por las condiciones climáticas siempre cambiantes hace evidente que comportamiento puedan la teoría de que ciertos cambios de humor y haberse originado en nuestros antepasados como respuestas adaptativas, al medio ambiente.
La ciencia biológica destaca los mecanismos bioconductuales a través de los cuales las condiciones climáticas podrían afectar favorable o negativamente nuestras emociones.
Es probable que la luz del sol y el clima cálido (no caluroso) mejoren el estado de ánimo, la salud y el bienestar de muchas personas.
El frío sostenido y las inclemencias del tiempo, por otro lado, también inducen una serie de cambios hormonales y de comportamiento de salud, pero en direcciones y magnitud que podrían resultar en un empeoramiento del afecto.
Finalmente, las temperaturas más altas y las condiciones de humedad se relacionan de manera confiable en las revisiones empíricas con una peor salud física y mental, efectos que en parte pueden resultar de cambios en la neurobiología y el comportamiento.
Si bien no tenemos que mudarnos a Hawái para obtener beneficios para el estado de ánimo debido a un mejor clima, esta investigación sugiere que debemos esforzarnos por mantener prácticas de salud confiables, incluso en climas desafiantes si queremos sentirnos lo mejor posible. Cambio climático y el comportamiento humano se retroalimentan, según estudio.