Las especies exóticas invasoras que acaban con la fauna local
Galápago de Florida, carpín, pez gato, cotorra de kramer y mapaches. Se compran como mascotas y acaban modificando la cadena atrófica y poniendo en peligro a especies autóctonas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Son animales exóticos que no vienen a la Comunidad de Madrid de forma natural, fruto del cambio climático o por otras circunstancias. Están en los domicilios de los madrileños porque han sido adquiridos como mascotas y, una vez que crecen, acaban en charcas, lagunas y otros entornos naturales. Los técnicos de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid los encuentran en las revisiones habituales que hacen de los espacios de biodiversidad que hay distribuídos por la región. El Director de Parques Regionales de la Comunidad de Madrid, Pedro Castaño, explica que muchos de ellos se compran como mascotas “pero cuando crecen y necesitan más atención la gente los libera soltándolos en espacios que no son los suyos”.
En las charcas “estamos encontrando galápagos americanos. Son carnívoros, se comen todos los anfibios que hay en el agua” poniendo en peligro la cría de especies autóctonas y que se están intentando recuperar en estos espacios como la rana común. Pero no es el único ejemplo que pone a COPE Madrid Pedro Castaño: “cotorras de Kramer que son auténticas trogloditas y que desplazan a los pájaros carpinteros y los murciélagos (…), hemos encontrado algún carpín que es un tipo de carpa que no es autóctona (…); hasta un pez gato hemos recuperado”.
Estos hallazgos no se limitan a aves y peces. También se encuentran mamíferos como los mapaches “que son una preciosidad de pequeños, pero cuando crecen son gregarios y agresivos”. “Se pusieron de moda en la época de Pocahontas”, añade Casado aunque cuando crecen y se convierten en una molestia en el hogar hay personas que piensan que abrir la ventana y dejarlos marchar es la mejor opción.
La Comunidad de Madrid tiene en Tres Cantos el Centro de Recuperación de Animales Silvestre (CRAS) donde pueden llevarse todos estos animales para evitar su abandono y el daño que producen a otras especies.
Plagas endémicas de conejos y palomas torcaces
El campo madrileño está afectado no sólo por la sequía sino también por una población excesiva y descontrolada de algunas especies como los conejos y las palomas torcaces. Han crecido de forma exponencial y “se comen todo, arrasan con las flores, los brotes, dejan a otros animales sin alimento”, comenta Mónica Álvaro, Secretaria General de UPA Madrid.
Los conejos que están viendo “son mucho más grandes que los autóctonos”, por eso les llama la atención ya que España es un país de conejos, pero “no de este tipo”. El ecosistema se está resintiendo porque se ha sacado del círculo a los cazadores y a los zorrillos “que controlaban la población”. Pero no sólo supone un problema para las cosechas y la producción agrícola, también se ven afectadas otras especies como las abejas “que se quedan sin flores” o las chicharras.
Los agricultores no están en contra de que estas especies crezcan en el campo. Lo que demandan es más control sobre el número de ejemplares.