Los sensores de glucemia llegan a los pacientes con diabetes tipo 2
La Comunidad de Madrid facilita estos mecanismos, de forma gratuita, a aquellos diabéticos que necesitan inyectarse insulina
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Consejería de Sanidad está facilitando a los pacientes diabéticos medidores SMGC que se insertan en la piel y miden de forma continuada el nivel de glucemia (azúcar en sangre), permitiendo a los usuarios un seguimiento de su patología mediante un móvil u ordenador. Los datos transmitidos por el sensor a estos dispositivos ayudan a ajustar la dosis necesaria de insulina, evitando los riesgos que suponen las temidas subidas y bajadas de azúcar (hiperglucemia e hipoglucemia). De hecho, se puede poner una alarma con los niveles mínimo y máximo para que avise cuando se alcanzan.
La sanidad pública lleva proporcionando estos sensores varios años a los pacientes con diabetes tipo 1 que son aquellos que no producen la insulina suficiente en su organismo. Desde hace unas semanas también se les está dando a pacientes con diabetes tipo 2 que se tienen que pinchar, al menos, tres veces al día.
Ventajas para pacientes y personal sanitario
Alberto es diabético tipo 1 desde los dos años. Es decir, su páncreas no produce insulina suficiente y por eso se la administra diariamente a través de una pluma o bolígrafo de insulina. Ahora tiene 22 años y se controla el nivel de glucosa con un sistema de medición que lleva en su brazo. Es un sensor de monitorización continua como los que desde hace unas semanas está facilitando la Consejería de Sanidad a otros pacientes diabéticos, los que tienen diabetes tipo 2 y necesitan insulina, al menos, tres veces al día.
Marina es enfermera en el centro de salud El Restón de Valdemoro. También es diabética y lleva tres años utilizando este tipo de sensores. Además se encargará de explicarle a otros pacientes cómo se ponen, cómo se utilizan y qué beneficios tienen.
Se colocan en la parte alta del brazo, entre el hombro y el codo, en la zona donde tenemos más carne. Es un dispositivo circular que tiene un pequeño filamento que queda insertado en el brazo. Es recomendable cambiarlo cada 14 días y son de un solo uso, es decir, si se cae porque no pega bien no se puede volver a poner.
En el centro de salud El Restón de Valdemoro este miércoles comienzan una serie de charlas y talleres para informar a los pacientes diabéticos cómo funcionan. Pueden asistir tanto ellos como sus familiares, en caso de que sean personas de avanzada edad o niños. Una vez colocado, el seguimiento de los niveles de glucosa en sangre evita tener que pincharse en el dedo varias veces al día para comprobarlo. De seis pinchazos diarios se pasa, en situaciones normales, a tres o cuatro a la semana.