Reducir la ansiedad y mejorar la concentración, el milagro de la terapia con perros
Niños con alteraciones neuro cognitivas mejoran su calidad de vida gracias a esta terapia del hospital 12 de Octubre y la asociación Yaracán
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Irene, Adrián, Gabriela, Marcos y Antía se reúnen, por última vez antes de las vacaciones, con sus mejores amigos.
Han quedado con Harley y Area, dos preciosos perros golden retriever. Con ellos y con otros perretes, estos niños y niñas de entre seis y once años hacen una hora de terapia todos los viernes, en Pozuelo, en la sede de la asociación Yaracán. Esta organización colabora con el hospital 12 de Octubre donde estos niños de entre seis y once años son tratados de alteraciones neurológicas, de manera ambulatoria.
CONECTAR CON LOS PERROS
Gabriela (11 años) está encantada con este programa que comenzó online hace tres años, en plena pandemia, y desde hace tiempo ya es presencial. “Lo que más me gusta es jugar con una pelota con los perros y darles chuches”.
Gabriela es muy observadora y se ha dado cuenta de que Harley ha pisado un chicle que se ha quedado adherido a las almohadillas de una de sus patas. No es una espina ni Harley es un león, pero la fábula funciona.
REDUCIR LA ANSIEDAD
“Cuanto más se favorece el contacto físico y las caricias, los perros empiezan a respirar con más calma y nosotros experimentamos cambios sin darnos cuenta”, apunta Begoña Morenza, directora de Yaracán.
Y es que al contacto con los perros, los niños y niñas comienzan a segregar endorfinas y oxitocina que reducen los niveles de cortisol en sangre. De esa manera lo que también baja es la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Todo ello favorece la reducción del nivel de estrés y ansiedad. Es la química del abrazo y la caricia.
Además de jugar, limpiar, acariciar y dar chuches a Harley y Area, los niños aprenden algo muy importante, nos recuerda Begoña. “Favorece ese cambio de rol, de ser cuidados a cuidar y hacerse responsables de un ser vivo, atender todas sus necesidades y a trabajar la empatía con los perros”.
Una terapia de ida y vuelta porque los perros también liberan hormonas y reducen la ansiedad. Todo este trabajo con los perros comporta una mayor capacidad de concentración y resolución de problemas en niños y niñas, lo que propicia la realización de actividades de lectura y escritura.
Irene, Adrián, Gabriela, Marcos y Antía se van contentos de vacaciones y con el merecido título de profesor perruno bajo el brazo, deseando volver en septiembre a la “clase de perros”.
Además si todo va bien, esta terapia perruna podrá llevarse a cabo, ya en octubre, en el 12 de Octubre con los niños ingresados en planta.