Silencio absoluto en la puerta del Sol durante unas semanas

El icónico reloj de la Puerta del Sol es todo un emblema de la ciudad de Madrid. Millones de turistas visitan cada año la famosa plaza de la Puerta del Sol y aprovechan para admirar en lo alto de la Real Casa de Correos esta obra de arte que no solo marca las horas, también es la referencia temporal que utilizamos los españoles para dar la bienvenida al nuevo año.

Este emblemático reloj requiere de un mantenimiento diario específico al tratarse de uno de los mejores relojes del mundo. La última vez que se paró para que los relojeros pudieran restaurarlo fue en 1997. "Aquella fue una restauración en profundidad porque lo necesitaba la máquina", ha afirmado a COPE Pedro Ortiz, uno de los relojeros que desde hace muchos años se encarga de poner a punto este reloj. Esa fue la última vez que el reloj se paró para restaurarlo. Desde entonces, ha trabajado durante 30 años, día y noche, sin descanso. 

En la madrugada del martes al miércoles, los relojeros han comenzado una nueva restauración más enfocada al mantenimiento: "Vamos a renovar los aceites que están en mal estado, a limpiar las piezas y a cambiar aquellas que presenten pequeños desgastes". La restauración se está llevando a cabo en tres fases con el fin de pararlo el menor tiempo posible: "Una de las fases ya está concluida, la de la sonería de las horas. Ahora estamos en proceso de hacer la segunda fase, que es la de la sonería de los cuartos de hora. Esto creemos que va a estar concluido la semana que viene. Y por último, ya sí habrá que parar el reloj, lo que son las agujas, durante aproximadamente 10 días". 

Durante esta segunda fase en la que se encuentran ahora mismo restaurando la máquina, el reloj funciona con normalidad, sin embargo, ya no se pueden escuchar las famosas campanas que marcaban los cuartos de hora. Será a partir de la semana que viene cuando ya no será posible consultar la hora en este reloj de la plaza de la Puerta del Sol. 

Los trabajos de restauración que se hicieron hace treinta años fueron más complicados que los que se están realizando ahora. "La reparación de 1997 fue mucho más importante que la de ahora... el reloj estuvo parado varios meses porque hubo que fabricar alguna pieza y estaba en muy mal estado porque se llevaba muchos años sin hacer nada". .