"¡Socorro, déjanos salir!"

Detenido y puesto a disposición judicial el promotor que se atrincheró con un total de 80 personas, la mayoría menores de edad, para no ser sancionado por la Policía.

«Socorro, auxilio, sácanos de aquí; déjanos salir de una vez». Esos eran los gritos desesperados de muchos de los asistentes; 51 menores de edad, con 14, 15 y 16 años y el resto de apenas 20, a una peligrosa fiesta ilegal la madrugada del domingo, según cuenta el diario ABC. El organizador de esta fiesta, Jorge C. G., de 39 años, arrendatario del inmueble, ha sido detenido por la Policía Municipal de Madrid y puesto a disposición judicial acusado de los delitos de detención ilegal y desobediencia a los agentes de la autoridad, además de vulnerar la ley de espectáculos.? No es la primera vez que este sujeto organiza fiestas de este tipo. Al parecer, se dedica a alquilar locales por la zona, alejados de viviendas para su particular «negocio». Cuando los agentes llegaron al lugar donde se organizaba la fiesta: un edificio de oficinas situado en el barrio de Las Tablas (Fuencarral-El Pardo), el responsable de la fiesta cerró todos los accesos para impedir la entrada de las fuerzas policiales, prohibiendo también que salieran los jóvenes. Los asistentes que no dejaban de chillar y gritar, con el fin de que les escucharan desde fuera y les ayudaran, estuvieron encerrados 45 minutos hasta que los agentes decidieron entrar por una ventana y poder abrir así la puerta del garaje para facilitar el acceso al edifico al resto de servicios municipales. Finalmente los bomberos tuvieron que intervenir y descerrajar la puerta del local en el que se celebraba la fiesta para desalojar a los menores. Varias dotaciones de Samur y Policía Municipal atendieron a los jóvenes, muchos de ellos muy nerviosos por lo ocurrido. La fiesta había sido organizada sin ningún tipo de autorización, con un coste por entrada de seis euros y en un local que no contaba con salidas de emergencia ni ninguna otra medida de seguridad, ha precisado la Policía Municipal. En su interior los agentes comprobaron que había una luz tenue debido a la falta de suministro eléctrico, mesas repletas de botellas de alcohol y restos de tabaco.