La Comunidad de Madrid se queda sola con la huelga de Atención Primaria, que cumple tres meses

La huelga indefinida de médicos de Familia y pediatras cumple este martes tres meses en la Comunidad de Madrid, la única región en la que se mantienen los paros después de haber sido desconvocados oficialmente este lunes en Navarra tras el acuerdo alcanzado el pasado viernes.

En la Comunidad de Madrid la situación aún no parece estar cerca de concluir. Pese a los tímidos avances conseguidos en las últimas semanas, el Comité de Huelga y la Consejería de Sanidad no han conseguido alcanzar un acuerdo que resuelva la convocatoria de huelga dirigida a 4.240 médicos de Familia y 720 pediatras de los 430 centros de Atención Primaria de la región.

Este martes tendrá lugar, a las 11 horas, una nueva reunión entre los equipos negociadores de ambas partes. Por parte de la Comunidad de Madrid, dicho equipo no ha incluido en ningún momento al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ni a la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, como ha reclamado reiteradamente AMYTS.

Antes, a las 9.30, las organizaciones representativas de los médicos de Atención Primaria han convocado una rueda de prensa para mostrar su rechazo "contundente" al "plan oculto" del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, de cambiar el modelo de Atención Primaria en el que no se contaría con los médicos para ir a un modelo "puro de Enfermería".

Ruiz Escudero, por su parte, ha dicho este lunes que es "rotundamente falso" que su modelo de Atención Primaria pase por darle mayor protagonismo a la Enfermería y a la telemedicina.

Entre las principales reivindicaciones de los médicos están un mínimo de diez minutos por paciente, una limitación de las agendas y una mejora de las condiciones laborales de los profesionales para evitar su fuga a otras regiones o países. La Consejería de Sanidad ha puesto en marcha un plan piloto de limitación de agendas; por contra, el principal punto de conflicto en las últimas reuniones ha estado en el aspecto retributivo.

En cualquier caso, la huelga ha estado marcado por el tenso clima político en Madrid y los constantes reproches entre AMYTS y el Gobierno. La última polémica ocurrió la semana pasada, cuando el Ejecutivo vetó las recogidas de firmas de apoyo a la huelga en los centros de Salud.