El ganchillo que une generaciones: tejer para construir y transformar Mutxamel
Una técnica que, además de ser un arte manual, puede integrarse en el diseño arquitectónico.

Arquitectura con alma
Alicante - Publicado el
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Lo que comenzó como una afición infantil se ha convertido en un innovador proyecto de arquitectura comunitaria. Lucía Ibáñez de la Guía, graduada en Arquitectura por la Universidad de Alicante, ha demostrado que el tejido tradicional puede ir más allá de lo decorativo y convertirse en una herramienta de transformación urbana.
La idea nació en 2021, cuando Lucía participó en un taller intergeneracional de ganchillo en Mutxamel. Allí descubrió que esta técnica, además de ser un arte manual, podía integrarse en el diseño arquitectónico. Con esta visión, propuso al Ayuntamiento de Mutxamel un proyecto que no solo embelleciera el espacio público, sino que también fortaleciera el tejido social del municipio.
Mutxamel, un pueblo tejido con creatividad y comunidad
El resultado fue 'Tejiendo Comunidad', un taller en el que más de 60 personas, de entre 10 y 85 años, unieron sus manos y su talento para crear intervenciones urbanas con ganchillo.
De este taller han salido una explosión de flores tejidas para cubrir la entrada a los jardines de Santa Elena, en la Plaza de Sant Roc. Además los bancos del Paseo de la Alameda fueron decorados con tejidos coloridos, convirtiéndolos en piezas únicas de arte urbano. A estas intervenciones urbanas, se une una gran estructura tensada tejida embelleció los jardines y el Palacio de Peñacerrada.
"Con cada puntada, no solo tejíamos estructuras, sino también redes afectivas que unían a la comunidad de formas nuevas y sorprendentes", explica Lucía.
Arquitectura con alma
Para Lucía Ibáñez de la Guía, este proyecto ha sido una revelación: "Con recursos modestos, pero con una visión clara, es posible lograr un impacto significativo". Ha demostrado que la arquitectura no solo se construye con ladrillos y cemento, sino también con creatividad, comunidad y tradición.