El expediente Almeida sigue abierto

El expediente Almeida va camino de documental seriado. El portugués continúa trabajando al margen del equipo desde que el pasado 1 de octubre disputará su último partido en el Villamarín ante el Betis. Días más tarde, fue la COPE quién alertó sobre la gravedad del asunto. Informábamos que el luso había decidido parar porque las molestias que arrastraba en la espalda desde principio de temporada no remitían e iban a más y contábamos entonces, que la previsión de los médicos era mínimo de un mes de baja. Pero la previsión se ha quedado en anécdota, lamentablemente. Lleva tres meses y lo peor, no hay fecha de regreso a la competición.

Todo esto, desde el más absoluto oscurantismo por parte de los servicios médicos del club. Ni un parte médico ni nadie, con responsabilidad en la materia, que dé la cara para hablar de la lesión de un futbolista importante en la plantilla y que lleva más de cien días fuera de la dinámica del grupo. Una vez más, amparados en el escudo del entrenador que es quien da la cara, como en temporadas anteriores lo hicieron sus predecesores y de lo que tan hartos acabaron los Bordalás, Javi Gracia, Gattuso…

Ahora Baraja es quien responde dejando el chandal para enfundarse, obligatoriamente, la bata de portavoz médico. El técnico ya ha explicado en más de una ocasión, que se impone la prudencia y apuntan a las sensaciones del jugador como el punto clave para su paulatino retorno al campo.

Habla el entrenador y habló el jugador. Todos menos el jefe de los servicios médicos. Almeida destapó ante los micrófonos de Dazn, su lesión en una vértebra. Fue el cinco de noviembre y dos semanas más tarde, Deportes COPE Valencia volvió a preguntar directamente al portugués sobre la evolución de su lesión. Almeida fue claro con COPE: “el dolor no mejora”.

Desde entonces, lo hemos visto pasear por el césped acompañado de su recuperador en una estampa que evidenciaba la importancia de su lesión. Desde la semana pasada, tras regresar de unos días en Portugal con su familia para celebrar la Navidad, el centrocampista ha empezado a tocar balón. Alterna los días de trabajo de gimnasio, con otros de trabajo físico en el césped y otros ratos de trabajo con pelota. Pero sin grandes cargas, con mucha prudencia y sin forzar lo más mínimo. Es el propio futbolista quién pone los límites dependiendo de sus sensaciones. Así que, desde el club insisten: “no hay fecha prevista para su vuelta al grupo”.

La rotación en el centro del campo se ha visto mermada. Pepelu lo juega todo y más. Cruzando dedos por el de Denia. Javi Guerra ha tenido que parar ante la sobrecarga de minutos. Amallah está en la Copa África con Marruecos y Baraja ha tenido que recuperar para la causa a Guillamón ante la falta de efectivos en la sala de máquinas. Por eso, la ausencia de Almeida, un futbolista habitual en el once desde su llegada, se nota más y hace más sorprendente la opacidad del club en la información sobre un jugador tan importante.

El de Guimaraes había disputado 482 minutos repartidos en las primeras ocho jornadas del campeonato liguero antes de echar el freno y decidir parar por la lesión en la espalda. En esos ocho partidos no completó en ninguno el encuentro. Su bajo rendimiento sobre el césped llamaba la atención después de lo demostrado en la temporada anterior, donde, a pesar de la mala campaña grupal, fue de las pocas buenas noticias tras comprobar su talento natural con el balón lo que reforzó su fichaje desde la liga portuguesa siendo un jugador bastante desconocido a su llegada a Valencia.

Ahora, trabaja contra la lesión y contra la mente. Se habla de su umbral del dolor. Los recuperadores le miman en Paterna. No hay prisa, dicen. Baraja lo espera como el regalo de Reyes con retraso. Ansía poder contar con su fútbol y reforzar al vestuario y, de paso, lograr así dar carpetazo al ‘expediente Almeida’.