Un implacable Barça castiga a un Valencia Basket diezmado (86-100)

Se veían dos equipos que no se cruzarán en la Copa hasta una hipotética final, los dos con bastantes bajas (Jovic, Montero, De Larrea y Happ por los valencianos… Laprovittola, Vesely y Anderson por los culers), pero con ganas de irse a Las Palmas con buenas sensaciones. Peñarroya recibió una sonora pitada en la presentación antes del inicio, con una Fonteta totalmente taronja. Jones inauguró el marcador con una bombita después de rebote ofensivo. El rebote contra un grupo tan físico siempre es fundamental. Los catalanes incidieron en Fall para aprovechar su envergadura y pesó ante Reuvers. Este su tiro para sacarlo de la zona. Fall barrió dos rechaces para poner el 8-10 que igualó Jones con mucha clase. El base estaba fino, suelto. Sin Jovic ni Montero sabía que iba a tener mucha más responsabilidad que de costumbre. Aún así se fue al banquillo en la primera rotación. La filosofía no se discute ni con lesiones. Costello entró con fuerza al partido y con su pillería habitual se puso pronto con siete puntos, la mitad de su equipo. El Barça, sin estar fino, tiene mucho rebote, mucho físico y eso le dio para ir por delante al final del primer cuarto, 19-25. 

Volvieron mejor los catalanes, con su defensa imponiéndose y haciendo sufrir a los taronja en su ritmo de circulación. Eso les puso 22-33, en una transición de su grande, de Metu, un mal síntoma. Valencia Basket respondió con buenas canastas de Reuvers y triple de López-Arostegui, pero los culers anotaban fácil. Punter estaba suelto, mucho peligro, y además al atraer, otros como Willy Hernangómez se ponían morados. A poco más de tres minutos 28-41 con otra de Metu en transición. Otra. Después de pérdida y eso que Puerto respondió rápido con un triple que trajo otro de Sestina, 34-44. Lo malo es que también respondió Parker con dos para poner un peligroso 34-50 que redujo Pradilla desde la esquina, 37-50, pero aún cerró la primera mitad para el 37-52 definitivo. Datos a mejorar: rebote (16-25) y pintura (14-30 en puntos de unos y otros).

La vuelta de vestuarios debía de suponer un cambio mental en los valencianos. Mayor competitividad. Buscar una mejoría defensiva para hacer sufrir a un equipo que no es que está pletórico, octavo en ACB y que venía de derrota en Euroliga. La clave era atrás, endurecer el choque. De salida costó. Los blaugrana estaban firmes. Con Metu, Parra y Parker, más la ayuda de Satoransky, eran muchos centímetros. 47-65, minuto 24.

Un globo a las nubes que esmachó Reuvers provocó un tres contra uno defensivo. Recuperación y luego triple de Reuvers. 55-67. La Fonteta se conectó. Otra buena defensa. Problemas por primera vez para anotar para los culers. Pradilla puso un 57-68, que Willy aumentó con una bandeja. Pero los valencianos, con su público ya metido en faena, empujaban. El marcador seguía complicado, pero el partido estaba vivo, tanto que un triple de XLA obligó a Peñarroya a pedir minuto. 60-70, 1:59. Una buena defensa la mató Parker con un triple de seda. Qué clase. Número 2 del draft de 2014, eso no lo regalan. Tampoco el pedigrí de Punter. Implacable con dos triples, tras bote y paso atrás. Tres puñaladas, 63-82, menos diecinueve. Mucho castigo. 64-82, minuto 30. Pero ese 23-32 en rebote y 24-42 en pintura…

Con la batalla complicada, era una cuestión de no rendirse. De pelear. De insistir. Y de acertar porque, jugando frustrados, el Barça aún hacía más daño. 73-93, minuto 35. Los últimos minutos transcurrieron rápidos y así, mejor. Ahora a pensar en cómo llegar a Las Palmas de la mejor forma posible. Brimah, con sus problemas de tobillo, Jovic, con lumbalgia, y Montero, gripe. De Larrea y Happ están descartados.