ENTREVISTA COPE
Pedro Martínez: "Cuando ganas todo es cojonudo, pero perder te pone las orejas de punta"
A una semana de cumplir 35 años de su debut como entrenador profesional, el catalán repasa con COPE el camino recorrido, la decepción copera, el horizonte con el Roig Arena...

Pedro Martínez atiende a COPE en l'Alqueria del Basket
Valencia - Publicado el
22 min lectura
Después una inesperada decepción en la Copa del Rey, el Valencia Basket afronta el tramo clave de la temporada. COPE quería pulsar el estado anímico del vestuario taronja y, en especial, del gran líder, su entrenador, Pedro Martínez. Después hacer tocar el cielo con aquella liga ACB en 2017 contra el Madrid de Doncic, el catalán inició una segunda etapa en la Fonteta con muchas precauciones para manejar adecuadamente las expectativas que siempre se ha despertado su nombre.
Pedro Martínez, entrenador de Valencia Básquet. Buenas tardes y bienvenido a Deporte Copa de Valencia.
Hola, buenas tardes, muchas gracias.
¿Cómo está Pedro Martínez, que es lo que nos preguntamos todos?
Estoy bien, estoy bien. Bueno, sufriendo y disfrutando los avatares de la profesión y de la temporada, pero estoy bien, estoy animado.
¿Cómo es un día normal de trabajo de Pedro Martínez?
Empezamos pronto, el staff, estamos entre las ocho, ocho y media, a las ocho se abre la instalación, se abre la Fonteta.
¿La abre usted?
No, no la abro yo. Entre ocho, ocho y media, vamos llegando los cuatro entrenadores y yo, que siempre quedamos a esa hora. Normalmente, con el equipo entrenamos a las once, aunque a veces hay algún jugador que hace un poquito de trabajo extra antes, pero normalmente, como equipo, empezamos a las once y acabamos en torno a la una. Luego, normalmente, nos volvemos a juntar los entrenadores para hacer una valoración del entrenamiento, de lo que ha quedado en el tintero, de lo que tenemos que mejorar para el día siguiente. Eso es lo que hacemos juntos. Luego, tenemos una serie de trabajos que los hacemos en casa. Cada entrenador tiene unos equipos para trabajar el scouting. Otro entrenador es el que se encarga más de los postpartidos, de hacer los análisis de lo que hemos hecho en el último partido. Algún entrenador se queda por la tarde para trabajar en la oficina, otros lo hacen en casa y vamos repartiéndonos el trabajo.
Vaya tela, vaya horario, vaya horario. ¿Delega mucho Pedro Martínez?
Sí, sí, absolutamente. Hay cosa más importante que delegar, que es trabajar en equipo. Yo soy un fanático del trabajo en equipo. Creo firmemente que nada se puede conseguir de una forma individual. Y entonces, pues a muerte con trabajar en equipo, con conseguir que todo el mundo se sienta identificado y responsable. Y para conseguir eso, que la gente esté identificada y sea responsable, el único camino creo que es que lo sientan como suyo. Y para eso, pues tienen que sentirse importantes, tienen que sentirse valorados. Tampoco puede olvidar que tengo un staff técnico de primerísimo nivel. Sería una estupidez por mi parte no aprovecharme o no utilizarlos con el grandísimo nivel que tienen, no solamente mis ayudantes, sino todo el staff, para que me hagan mejor, a mí, porque esto me enriquece, pero sobre todo para que todos juntos hagamos un mejor trabajo para el equipo. Entonces, el delegar, el que todo el mundo aporte, Siempre ha sido así, pero encima, en Valencia Basket, con el nivel que tiene la gente con la que convivo, pues todavía me hace que eso sea más evidente.
¿Y un día libre? ¿Qué le gusta hacer? Sí, los tiene, porque con esas jornadas de trabajo no sé si hay días libres.
Sí, bueno, yo tengo un poco la suerte de que mi trabajo es también mi hobby, o sea, en días libres también veo partidos. Pero bueno, también tengo familia, me gusta, como a todo el mundo. Ver series, me gusta ir al cine, hacer un poquito de deporte. Lo que hace todo el mundo, vamos.
¿Algún rinconcito de Valencia que le guste en el que le guste perderse?
Vivo muy cerca del cauce del Turia, voy mucho, casi cada día, porque es una maravilla, para caminar, para hacer deporte, para relajarte, vamos, desde luego, es mi sitio preferido. A todo el mundo le digo que esto que tiene Valencia es impresionante.
Debutó en 1990 como primer entrenador en un Joventut-Zaragoza. Mira atrás y qué ve.
La semana que viene hará 35 años. Hombre, pues de todo. Momentos buenos, momentos malos, momentos personales fantásticos, también otros que dices había que pasar por aquí, pero vaya marrón. Veo también a mi familia, que siempre han estado ahí, que también han sufrido y han disfrutado también de esos momentos que ha habido. Y luego lo que veo también es muchísima gente con la que he compartido el camino. Mis mejores amigos se han generado a través del mundo del baloncesto y a muchos los conservo, eso es para toda la vida.
Y mirando hacia adelante, ¿qué ve?
Pues la verdad es que poca cosa, porque no pienso demasiado. Antes, cuando era más joven, sí que estaba preocupado. Había cosas que me preocupaban. Había cosas de, uy, ¿y qué? ¿Si no entreno, qué hago? Y a ver si tengo... Pues tenía unas obligaciones que tenía que cumplirlas. Esto ha cambiado bastante, ahora mismo, la verdad es que no pienso demasiado en lo que vendrá. Intento estar muy centrado y disfrutando mucho del día a día, de hacer las cosas lo mejor que puedo, en lo que dependa de mí. Y lo que tenga que venir, pues ya vendrá y, evidentemente, todo empieza y todo acaba. Tengo 63 años, con lo cual, pues, hombre, todo empezó como tú has apuntado a nivel profesional en el año 90, aunque algún año antes ya era profesional entrenando en categorías inferiores en el Joventut de Badalona. Y todo acabará, ¿no? Todo acabará, no sé cuándo será, porque la verdad es que tengo ilusión, tengo ganas y creo que tengo energía. Pero ese momento llegará y se afrontará. A partir de ese momento, pues a ser un aficionado en vez de ser un profesional.
Usted volvió a Valencia Basket con la idea, más que de ganar, de reenganchar al equipo con su gente, que se identificara con el esfuerzo. ¿Siente que está en el camino de conseguirlo?
Hombre, días como el de la Copa, no. Pero sí, cuando empecé a hablar con los responsables del club, para ellos, este año era de mucha ilusión y de mucha responsabilidad por ser el último de la Fonteta. Constantemente tenían ya en la cabeza el Roig Arena, algo que puede hacer crecer al club mucho a todos los niveles. También era un momento de mucha responsabilidad, porque hay que llenar ese recinto, conseguir que más gente venga. Esto se puede hacer de muchas maneras. El Valencia Basket tiene un departamento de marketing muy completo, que seguro que van a hacer un gran trabajo, pero también pasa un poco por tener unos resultados que enchufen a la gente, que la ilusionen a la gente. También por hacer un juego que sea atractivo, dinámico, con el que la gente se identifique. Esto es de lo que depende de un entrenador y yo me siento muy identificado con ese baloncesto atractivo, de posesiones cortas, de jugar valiente, más que valiente, con riesgo, porque no nos importa mucho si se pierde un balón, si es por intentar jugar rápido, no queremos renunciar a tiros de tres puntos, si son los primeros segundos de posesión. Esto no es algo que he inventado yo, ni muchísimo menos, es una tendencia del baloncesto mundial, que viene, seguramente, de la NBA y que cada vez hay más equipos europeos que están en esa línea bueno, yo creo que eso puede ayudar a llevar a más gente al Roig Arena. La instalación, nos la enseñaron hace poco, es impresionante, y la experiencia, para los que vayan o estemos trabajando allí, será muy buena, pero mucho mejor si conseguimos que haya mucha gente. Cada uno, desde su función, desde su responsabilidad, pues tenemos que intentar ayudar a que eso pase.
Hablemos de la Copa. Fue una decepción grande, más por el cómo que por el qué, ¿no?
Sí, sí, fue una decepción... además, como que no llegamos en nuestro mejor momento, porque cinco días antes, el partido contra el Barcelona en casa, no lo competimos, perdimos de 20 puntos. Justo que lleguemos al mes de febrero y los dos partidos que no competimos que sean eso dos. Con lo cual, nos dio una sensación un poquito de impotencia, mala. Más allá de que ya creo que hemos pasado página y que los primeros días teníamos todas las caras más largas, que estábamos más doloridos, ya vemos las cosas un poco diferentes. La victoria del otro día en Zaragoza nos ha acabado de ayudar a pasar página. Me puse como objetivo y se lo transmití a los jugadores, ni una excusa y ni una queja por lo que ha pasado. Lo que tenemos que hacer es mirar hacia adelante y mejorar y para mejorar hemos de intentar buscar soluciones a lo que hemos hecho. Así es como hemos afrontado la vuelta del disgusto y hay una parte más, que es la responsabilidad de cada uno. Por ejemplo, yo creo que no ayudé al equipo.
¿En qué, a qué se refería?
Para no entrar en debates tácticos, diré que el entrenador del otro equipo consiguió sus objetivos mejor que yo, que Lakovic ayudó más a su equipo de lo que yo hice. Eso me lo tomo como un debe y tengo que buscar soluciones, porque nos volveremos a encontrar, es inevitable, con equipos que querrán que el ritmo del partido sea lento, que nos defenderán de una manera determinada o similar a cómo lo hizo Gran Canaria y algún equipo más. Ya nos ha pasado, por ejemplo, Bilbao. Bilbao fue un equipo que nos costó mucho de ganar en su campo y también es un equipo que utilizó tácticas similares. Aquel día lo sacamos adelante y ha habido algún equipo más, contra el Aris en Salónica, los dos contra el Lietkabelis. Vamos, hemos ganado y hemos perdido contra ese tipo de tácticas. Sabemos que nos vamos a volver a encontra y no hay que llorar, no hay que quejarse. Lo que hay que hacer es ver qué podemos hacer para solucionarlo y estar un poco más preparados la siguiente vez que nos encontremos con esas dificultades.
Después de la Copa usted dijo que esas derrotas ayudaban a ver situaciones que a veces quedaban enmascaradas. ¿Qué quiso decir con ello?
Un poco la realidad. Cuando ganas, parece que todo es cojonudo, parece que todo es una maravilla y ganas metiendo 110 puntos y ya está. Te vas a tu casa pensando "buah, esto es impresionante, vamos a ganar siempre así". Eso no te hace tener un espíritu crítico y pensar que hay cosas que se tienen que mejorar. Si no mejoras, empeoras, una frase que aprendí una vez y que me gusta mucho decir. Después de la Copa solamente quedaron tres jugadores en Valencia, el resto se fueron todos con sus selecciones. Yo me fui a mi casa, Adrián Kovács se fue a su casa, que es Alicante. Juan Maroto y Xavi Albert se quedaron en Valencia, son de aquí. Nos dijimos, nos vemos de aquí al próximo lunes. Pues esa semana, yo creo que es la semana, cada uno desde su casa, que más hemos hablado, que más nos hemos enviado cortes de vídeo, que más nos hemos mandado pensamientos. Esto, aquello, qué podemos hacer aquí, lo que hemos fallado allá. Perdimos y de una forma que nos hizo daño. Si hubiera sido en el último segundo o hubiéramos ganado, todo ese debate, ese ver qué nos está pasando, qué podemos hacer diferente, no se hubiera dado. En cambio, nos dijimos, vamos a criticarnos, vamos a ver qué ejercicios tenemos que hacer cuando nos reincorporemos, si tenemos que cambiar algo en ataque, si tenemos que cambiar algo en defensa. Fue una semana, cada uno desde su casa, súper intensa en cuanto a comunicación, porque estábamos tocados. A eso me refiero, que cuando todo va bien, pues te relajas y eso, en el deporte de élite, que todo el mundo da su máximo, cualquier tipo de relajación se acaba volviendo en contra. No digo que el equipo estuviera relajado, lo que digo es que cuando pierdes se te ponen las orejas de punta. Dices, esto no puede ser porque nos duele y queremos buscar soluciones, repito, sin quejarnos y sin excusarnos. Cuando te empiezas a quejar, ya parece que la solución es quejarte de fulanito o quejarte del árbitro o quejarte... no, hay que preguntarse qué está en nuestra mano que podamos hacer diferente para intentar buscar soluciones a lo que nos ha pasado. Ahora tampoco es el momento de explicar cómo fueron... pero era ver a este jugador le tenemos que sacar rendimiento de otra manera, a este jugador no se siente a gusto con el movimiento tal, en defensa, los últimos segundos pues aquello... cuando pierdes, lo pones todo más encima de la mesa que cuando ganas.
Usted lanzó un mensaje de responsabilidad individual. Usted se puso el primero diciendo que no había ayudado al equipo como podría, pero jugadores clave como Ojeleye o Jones no estuvieron bien. ¿Fue un tema físico, mental o táctico? En Zaragoza se volvió a ver a un equipo más fresco...
No deberíamos de ser estrictamente resultadistas, en el sentido de que ni después del partido del Barcelona y de Gran Canaria, que fueron seguidos, esto es un desastre y es imposible de sacarlo adelante, no vamos a ganar nunca más... ni porque el otro día ganáramos de 40 puntos en Zaragoza, ahora ya vamos a ganar siempre. Las dos cosas son mentira, no se corresponden con lo que va a pasar. Hay que pasar malos momentos e intentar no venirse abajo y pasar buenos momentos e intentar no irte arriba, no pensar que qué guay y qué guapos que somos. Hay que tener un cierto equilibrio, que nos hemos de transmitir los unos a los otros. No sirve de nada que cuando se pierde empecemos a buscar culpables y a señalar a jugadores o a entrenadores. Cuando se tengan que tomar decisiones, pues que el que las tenga que tomar que las tome. Queremos buscar un profesional que sea más alto, o que tire mejor, o que dirija mejor el día de partido, o que en los entrenos conozca más tácticas, pues que se tomen las soluciones, lo que se tenga que tomar por parte de los responsables. Hasta ese momento, no puedes estar es poniendo en duda lo que tenemos, porque no, porque yo creo que todos, jugadores y entrenadores, hemos demostrado capacidad, que sea suficiente o no, pues que lo decida el que lo tenga que decidir cuando llegue ese momento. Hasta entonces a muerte con los que estamos, porque yo creo que somos capaces. ¿Quiere decir que seguro que vamos a ganar? Pues hombre, desgraciadamente, aquí no hay nada seguro, y menos cuando estás jugando contra otros equipos que también son profesionales, que también entrenan cada día, que los entrenadores también van a las ocho de la mañana a la oficina, y que aquí todo el mundo es bueno. No puedes pensar que tú eres más listo, o que tú tienes ventaja porque tienes más experiencia, o porque tienes estos jugadores, los otros también tienen buenos jugadores.
La Copa ya ha pasado, ha hecho daño, pero usted espera que esto haga más fuerte al equipo, ahora que viene el tramo clave de temporada, sobre todo con la Eurocup...
Vamos a ver, tampoco me gusta vender humo. Te he explicado una interioridad de qué hicimos después de la Copa los entrenadores, pero está por ver que todo lo pensado vaya a salir bien. No tenemos ni la tecla, ni somos tan listos como para decir "vamos a ponernos y vamos a solucionar todos nuestros problemas". Esto, definitivamente, no es así.
Cuando todo el mundo dice que al Valencia Basket le han pillado el truquillo es más una cuestión táctica o física? Porque cuando el equipo ha estado fresco la Fonteta ha disfrutado mucho
Tenemos que hacer lo que depende de nosotros, entrenar bien y perfeccionar las cosas que creemos que nos van bien. Los rivales harán lo que dependen de ellos, que es ponernos cortapisas para que eso no pase, habrá quien lo consiga y habrá quien no lo consiga. Eso es el deporte, no hay nada garantizado. Por muy bien que nosotros hagamos las cosas y por muy bien que las entrenemos, los otros también lo van a hacer. Esto es un juego, hay un factor de azar, de casualidad, de momento, que hace que las cosas vayan en una dirección o en otra. Lo que tenemos que hacer es ser competitivos. Si somos competitivos, ahí vamos bien. Si luego se gana o se pierde... unos días se ganará, otros días se perderá, con la calidad que tenemos, porque tenemos un equipo con mucha calidad, vamos a ganar más de las veces que vamos a perder, pero nunca lo vamos a tener completamente garantizado Eso se ha visto en la Copa y ojalá que no se vea en las próximas eliminatorias. Pero el que diga que porque hayamos perdido, ahora ya vamos a ser capaces de ganar, se equivoca. Nosotros tenemos máximo respeto por los rivales, máximo respeto por la competición y eso también nos tiene que llevar a ilusionarnos. ¿Podemos ganar? Sí, sí. ¿Hemos de ir con miedo a perder? Hombre, pues yo creo que con miedo no hay que ir a ningún lado, pero saber que esa posibilidad existe y hacer lo que podamos para que no suceda. Si sucede tampoco nos vamos a cortar las venas, porque entonces no entenderíamos que esto va de ganar y de perder.
El martes se juega el Vilnius-Cluj, de ahí sale el rival del cruce de cuartos a partido único, el choque más peligroso del curso. ¿Lo siente así?
Pienso que es muy peligroso es el del Bilbao, que es un equipo que ya estuvo a punto de ganarnos en la primera vuelta, que además se ha reforzado con un par de jugadores que no jugaron entonces, que tienen un entrenador impresionante, que hace que sus equipos siempre jueguen muy bien, como es Jaume. Ese partido, ojo, ojo con ese partido. Seguramente la mejor preparación que podemos hacer para el miércoles, es hacer un buen partido ahí y acabar con buenas sensaciones. Prefiero estar centrado en el Bilbao Basket, que es lo que estamos haciendo. En eso y en recuperar jugadores a lo largo de la semana, que tenemos muchos jugadores tocado. Vamos a centrarnos en ese partido, en Bilbao, sabiendo que es un equipo bueno, difícil, que el año pasado ganó aquí, me gusta recordarlo, para dejar claro que lo hacen bien. Así que repito, la mejor preparación es hacer las cosas bien el sábado, hacer una buena semana de entrenamientos y ganar ese partido. Y luego ya nos centraremos en lo siguiente.
Le voy a preguntar por nombres propios, Brimah. Ese perfil de cinco no estaba en la planificación inicial, pero llegó y usted estaba contento. Tuvo un impacto muy bueno al principio. Ha perdido presencia. ¿Es por su estado físico?
Es un chico magnífico, de verdad. Un chico humilde, trabajador, alegre. Estamos encantados con él. Al principio, claro, es que él llega y se lesiona a Reuvers con Hungría y para largo. Entonces, claro, sus minutos, su importancia, su confianza, fue muy grande ahí. Y entonces, pues, chico, yo creo que nos ayudó mucho. Recuerdo, por ejemplo, el partido que has comentado antes, el de Tenerife en casa, que jugó muy bien. Contra Semardini, contra Guerra, lo hizo muy bien aquel día. Luego se ha recuperado Reuvers, ha perdido minutos, ha perdido protagonismo, y encima ha tenido algún problema físico. Primero tobillo, que luego se agravó, y el otro día tuvo un problema en la mano, en Zaragoza, por un golpe en el penúltimo entrenamiento antes del partido. Entonces, el chico ha perdido un poco de rol, de protagonismo, porque juega menos minutos. Pero nos está ayudando. Hay que entender que cuando vino, yo estaba encantado, porque con Happ lesionado, afrontar toda la temporada. Imáginate que no le hubiéramos fichado y luego Reuvers se hubiera lesionado como se lesionó. Hubiera tenido que salir Juan Maroto a jugar de pívot. En ese sentido, nos ha ayudado, tiene una grandísima mentalidad y yo creo que nos va a seguir ayudando. Lo mejor que se puede decir de los jugadores es que ayuden en lo que el equipo necesite, veinte minutos, pues veinte. Si son ocho, ocho. Amida se adapta a lo que hay, a los minutos que tiene, al entrenador que tiene y eso yo creo que es un muy buen ejemplo para que hagamos todos lo mismo. En vez de estar quejándonos de que si este jugador me da esto, este jugador me da otro, lo que tenemos que hacer es ayudarles para que nos den su máximo. Porque, sinceramente creo, que si todos estamos en nuestra mejor versión, somos un muy buen equipo. O si solamente te necesita para que entrenes y estés preparado para cuando te toque, hace eso. Eso nos lo está dando Amida. Que nos hubiera gustado, además, pues que tirara de fuera y que tuviera juego en el poste bajo y que midiera diez centímetros más. Pero quizás él también preferiría otro entrenador que lo pusiera más. Lo que no vamos a conseguir estar todos en nuestra mejor versión es si estamos buscándonos las pegas, que todas las tenemos. Amida, porque me lo has sacado tú, te lo pongo de ejemplo, pero me vale para los otros 12 jugadores que tenemos profesionales.
A Happ lo ha nombrado usted. Cuando se le fichó y se supo que usted sería el entrenador, se coincidió en que no era su perfil de interior. Después vino el virus de la pretemporada y la lesión el pie. ¿Cree que va a poder contar con él antes de que acabe la temporada?
Lo primero, con lo del perfil de un entrenador discrepo un poco porque mi trabajo es sacar el máximo rendimiento a los jugadores que tenga. Me gusten más o me gusten menos, sean más altos o menos altos, tiren mejor o tiren peor. Happ, como tú dices, tuvo una problemática muy grande desde el día uno, le costó muchísimo entrar en la pretemporada y luego la lesión que ha tenido. Ahora mismo es un jugador lesionado. Cuando no esté lesionado, veremos. Ojalá, ojalá que se recupere, pero ahora mismo la verdad es que no esperamos...
¿Cree que va a poder contar con él, que se va a recuperar antes de que acabe la temporada?
Es una pregunta más para los servicios médicos, que ahora mismo lo que me dicen es que no cuente con él. Esto es lo que me están diciendo. En la Eurocup, desde el día cuatro de enero, no se pueden fichar jugadores, claro que me gustaría que estuviera bien. Luego jugaría o no lo que el equipo necesite. Pero si mañana se lesiona Costello u otro interior, sería muy buena noticia que Happ estuviera disponible, porque no podemos fichar a nadie. ¿Que Happ va a poder jugar las eliminatorias estas? Parece que no, parece que no por su estado físico, pero ojalá que tuviéramos la buena noticia de que está disponible, pero ahora mismo no contamos con él.
Puerto, De Larrea o Pradilla. Los jóvenes con usted mejoran todos, ¿hay materia prima en l'Alqueria?
Esa es un poco la vocación del club. Los entrenadores no miramos si un jugador es joven, si un jugador es americano, si un jugador cobra mucho, lo que miramos es qué jugadores creemos que nos pueden ayudar. Si es joven, pues adelante, necesitamos que sean buenos, porque si no es imposible. De Larrea está demostrando muchas cosas muy interesantes este año, es un chico todavía en formación, está teniendo mala suerte porque es la segunda lesión que tiene- Primero la que le apartó en la pretemporada, ahora esta del hombro que es más grave en cuanto a la duración. Puerto, el chico es un toro, no ha tenido ningún problema físico y eso le hace ganarse cosas teniendo gente muy importante en su posición. Yo no le estoy dando nada, se lo está ganando él, De Larrea igual. Me gusta decirles a los jugadores que ellos están muy preocupados por lo suyo y yo estoy muy preocupado por lo de todos. A mí que De Larrea juegue muy bien él, si no ayuda a ganar, algo me va a hacer no ponerlo y al revés. A todos nos gusta que jueguen los chicos jóvenes, pero si hemos de jugar con veteranos y con los veteranos ganamos, los jóvenes ya jugarán el año siguiente o ya jugarán en otro sitio. Estamos contentos con ellos, estamos contentos con todos. Creemos que tenemos buen equipo y lo digo ahora que venimos de un disgusto. Que nos gustaría haber ganado más partidos, claro, pero las cosas son como son y a lo hecho pecho y a mirar hacia adelante.
La última que no tenemos tiempo para más. Unicaja, ¿le gustaría construir algo así en esta segunda etapa?
Vivo al día, ya te lo he dicho antes, es mi único objetivo. Cuando hablé con los responsables del club antes de fichar, ellos me hablaban del presente, pero también me hablaban del futuro y , claro, yo me involucro en ese objetivo de intentar conseguir que la masa social crezca y vaya al Roig Arena. En lo que depende de mí, que la gente venga ilusionada, que les guste el espectáculo deportivo que ofrecemos. Luego ya veremos quién está, estamos todos de paso, excepto una persona que todo el mundo sabe quién es Así que a intentar ayudar y a hacer las cosas lo mejor que podamos. No pienso en el año que viene, ni en los jugadores del año que viene, ni dónde estaré, ni dónde no estaré, porque es que eso me quita energía para lo importante y lo importante es hacer un buen entrenamiento mañana, y un buen partido el sábado. A partir de ahí lo que tenga que venir. Si haces buenas cosas en el presente, el futuro será bueno.