Sergio De Larrea tratará de driblar el quirófano

El Valencia Basket pierde a Sergio De Larrea para la Copa del Rey, que se celebra en Las Palmas del 13 al 16 de febrero, y las ventanas FIBA, como ha contado COPE. En unas semanas, entre descanso y fortalecimiento, los servicios médicos realizarán otra valoración de la lesión en el hombro izquierdo con la esperanza de evitar una operación que obligaría al canterano a poner punto y final a la 24/25 casi con total seguridad. 

Todo empezó el miércoles ante el Bourg, en la jornada 18 de la Eurocup, un partido en el que los valencianos no se jugaban nada, al tener ya el mejor récord asegurado, acabó teniendo un precio muy caro por la lesión del talentoso base.

En el ecuador del tercer cuarto, cuando De Larrea trataba de salir de la presión francesa, Pansa, un poderoso interior francés, le sujetó la muñeca izquierda, bloqueándole el brazo, y al querer el canterano empujar en la otra dirección y protegerse, Larry notó un agudo dolor. El hombro izquierdo se le movió y le volvió al sitio, una subluxación. 

Mucho más preocupante hubiera sido que hubiera habido que completarle una reducción para que todo volviera a su sitio. Afortunadamente no fue el caso. Eso sí, enseguida la Fonteta se dio cuenta de la gravedad. El médico, Sergio Calvache, y el fisioterapeuta del equipo, Joan Martínez, saltaron a la pista a atender al jugador, que estuvo varios minutos hasta que se fue a la zona del banquillo. Allí se sentó, fue evaluado, con sumo cuidado, para posteriormente aplicar hielo e inmovilizar el brazo.

En la mañana del jueves se le sometió a una resonancia magnética con el miedo a que hubiera muchos tejidos dañados, a que el rodete que envuelve la articulación estuviera roto y hubiera que operar. A mediodía, con el informe radiológico ya redactado hay cierto alivio. Hay daño pero aún cabe el tratamiento conservador. 

COPE ha consultado a varios especialistas y dejan esta vía, con algo de reposo y después trabajo de fortalecimiento, para ver qué sensación tiene el jugador. Si siente la articulación estable, segura, puede estar meses o años sin recaídas. Con el condicionante positivo que De Larrea es diestro y es el hombro izquierdo el lastimado. En su vestuario, Jean Montero sufrió un traumatismo en su hombro derecho, de menor gravedad eso sí, ante el Andorra en octubre, se perdió el viaje a Ankara, pero volvió enseguida con una protección especial. 

El caso de De Larrea podría ser más similar al de Jude Bellingham, el futbolista del Real Madrid, quien en noviembre de 2023 ante el Rayo Vallecano sufrió una lesión similar y estuvo 17 días de baja. "Se le ha diagnosticado un cuadro de inestabilidad anterior del hombro izquierdo, consecuencia de su luxación reciente" describía el club blanco en su parte médico. Se le aplicó tratamiento conservador y así sigue. Jugando con una protección especial, un vendaje funcional que le haga las funciones de armadura articular.  De momento, sigue evitando el quirófano.

La esperanza en Valencia Basket es esta, que Larry esté unas dos o tres semanas, entre reposo y fortalecimiento, se pruebe con una protección, tenga sensación de estabilidad y seguridad, y no vuelva a tener problemas. Casos hay muchos, en deportes como el balonmano, un deporte mucho más agresivo en los contactos porque se agarra en pleno lanzamiento, y en el que hay muchos jugadores con subluxaciones que no han pasado por el quirófano y han seguido jugando. 

La clave es esa, que no haya recaída, ese es la esperanza de los servicios médicos de Valencia Basket, porque si no habría que recurrir al quirófano. Si después de ese margen que se van a dar todos, hubiera sensación de inestabilidad, inseguridad, habría que operar. El tiempo de baja estimado suele ser entre dos o tres meses. Por ejemplo, Dika Mem, estrella francesa del FC Barcelona de balonmano, se operó en noviembre y hace unas semanas consiguió el bronce en el mundial con su selección. Poco más de dos meses. 

El problema para Larry es que ahora tiene que invertir un mes aproximadamente en fortalecer la articulación y después probarse. Una recaída obligaría a la intervención y a perderse lo que resta de temporada. Un palo para el jugador, una de las grandes sensaciones del equipo. Esto también plantea un dilema en el club. Buscar o no un recambio, porque el plazo de inscripción de jugadores acaba a finales de mes. El 28 de febrero. Es una fatal coincidencia, ante la cual Luis Arbalejo tendrá que valorar riesgos y tomar decisiones.