El tesón de Valencia Basket y la magia de Montero rescatan una gran victoria sobre Andorra (89-88)

Fallar, pero no rendirse. Es ya como una frase que podría llevar tatuado cada jugador del Valencia Basket desde que llegó Pedro Martínez. Eso implica luchar, trabajar, matar por el rebote ofensivo después de un error en el tiro. De eso ha hecho un hábito el conjunto valenciano. Ante Morabanc Andorra fueron 20 segundas opciones, una de ellas, la última, la convirtió Jean Montero en la canasta de la victoria por 88-89 a tres décimas del final.

Ya de salida se planteó una batalla entre el equipo que menos puntos había recibido contra el que más había anotado, los taronja y los del Principado. Pero con una diferencia, a los locales les encanta correr y anotar, de hecho en Eurocup llevan tres partidos seguidos sobrepasando la centena. Marcador alto, parecía apuesta segura. De salida, con su dominio reboteador, los valencianos pusieron un 11-5 en el minuto 5. Pero se rehicieron bien los de Lezcano, con Harding y Kuric demostrando calidad. 13-14, minuto 7. De Larrea entró y enchufó dos triples. Tiene clase Larry, mucha. Los primeros diez minutos se cerraron 25-20 con Montero y Harding rivalizando con 9 puntos por barba. Vaya duelo el suyo.

El inicio del segundo fue una exhibición de Costello de barredero de lujo, con su instinto y velocidad mental, se quedó con cuatro rebotes ofensivos que pusieron la máxima, 29-20. Y con Andorra descentrado, Montero con otro triple y una asistencia a Pradilla estiró hasta un más doce, 34-22 minuto 15. Montero estaba suelto y eso es show. 17 puntos, con un duelo anotador con Harding, 14 para el ex de Manresa, para irnos a vestuarios con 48-34.

Pedro Martínez dejó al dominicano de salida en banquillo y eso lo aprovechó Harding para anotar nueve puntos, 20 en total, y verle la matrícula a los valencianos. 50-45. Enseguida volvió Montero. Pero Bassas le superó en una penetración, puso el marcador en tres puntos, 50-47 minuto 25, y Pedro tocó corneta. Tiempo muerto. Con un dos más uno de Lammers, los del Principado empataron a 50 y aún se pusieron por delante por primera vez desde el 13-14 en el minuto tres. El desconcierto taronja se acentuó y Morabanc Andorra puso el primer momento de desconcierto en casa de la 24/25, un inquietante 56-66 a un minuto del final del tercer acto. Se mejoró la defensa y se redujo a 62-66.

El parcial se alargó hasta un 12-0 con un aro pasado monumental de Montero para devolver la delantera a los taronja, 68-66. Pero Andorra estaba de lleno en el partido y Harding muy motivado. Un triple de Bassas y una bombita elegante con la zurda del norteamericano puso 68-71. Se hizo daño en una penetración Montero y se quedó helada la Fonteta a pesar del mate de Reuvers.

Quedó en susto y Montero, después de un fallo de Kuric que hubiera hecho mucho daño, penetró para el 79-81. Era momento para la defensa y la Fonteta. Y para un genio. Bassas metió un canastón a 11 segundos, cuando parecía ganado. 87-88. Pizarra de Pedro. Tiro bueno de Costello, hierro, rebote ofensivo de Montero y a tres décimas, un maravilloso bocinazo. Con ese reducido margen de tiempo, Kuric lanzó fuera de tiempo y fuera del aro y la Fonteta celebró un triunfo que en otra época hubiera costado experimentar. La paciencia de la grada en el momento complicado sostuvo al equipo, el resto lo pusieron los taronja. Fallar, sí. Rendirse, nunca.