Un trocito del Mundial es blanquinegro

Siempre que ha habido argentinos sobre la hierba de Mestalla la cosa ha funcionado. Este axioma, repetido a lo largo de las décadas, se ha convertido en una verdad de fe que pueden atestiguar tanto los propios protagonistas, como los que los han venido disfrutando desde la grada por los tiempos de los tiempos. Habrá que solucionar el vacío que existe en el presente si se pretende reverdecer viejos laureles.

Según recoge la enciclopedia valencianista, Ciberche, un total de 37 futbolistas nacidos en Argentina han defendido la indumentaria blanquinegra a lo largo de las décadas. Es más, 13 de ellos han logrado superar el centenar de partidos oficiales. Ahí es nada.

De todos ellos el que en más ocasiones se enfundó la camiseta del Valencia CF fue Roberto Fabián Ayala, miembro del cuerpo técnico de Lionel Scaloni, que militó en Mestalla entre 2000 y 2007 (la época de oro del club) y jugó 253 partidos oficiales. Siete más que una leyenda del fútbol mundial como Mario Alberto Kempes (246). Este particular podio lo cierra Pablo Aimar (también ayudante en la selección argentina) que alcanzó los 216, tres más que el Flaco Pellegrino.

Pero la conexión che con la nueva campeona del mundo va incluso más allá. Dos de los jugadores titulares tanto en la final, como en el resto del torneo también lucieron los colores valencianistas en su momento. Nicolás Otamendi, ahora en el Benfica portugués, jugó en Mestalla la temporada 2014-15 y disputó un total de 38 partidos oficiales y Rodrigo De Paul, actualmente en el Atlético de Madrid, fue fichado por Ayala en su época de secretario técnico che y estuvo en València entre 2014 y 2016. Llegó a disputar 44 choques.

Estos son los grandes abanderados, pero cómo olvidar a tantos otros argentinos como Óscar Rubén Valdez, Darío Felman, Claudio López, Kily González, Ezequiel Garay, Miguel Ángel Adorno, Ariel Ortega, Rubén Darío Ciraolo o Juan Antonio Pizzi. O entrenadores de la misma nacionalidad como Alfredo di Stéfano, Alejandro Scopelli, Jorge Valdano o Héctor Cúper. Imposible.