VALENCIA CF
El Valencia Basket no inquieta al Real Madrid en el cierre de 2023 (83 a 74)
Las pérdidas y los tiros libres impiden a los valencianos poner en apuros al líder de la ACB. Se cierra el 2023 con la llegada de Pangos y Anderson, y la vuelta de Ojeleye
Valencia - Publicado el - Actualizado
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El Real Madrid es una roca. Para partirla hay que picar con maña, constancia y fe. Al Valencia Basket le ha faltado un poco de todo para ser el tercer osado capaz de vencerle en este curso (Fenerbahce en Euroliga y Unicaja en ACB). Hoy las 17 pérdidas y los tiros libres (5 de 15) le han desviado del camino, y los madrileños le han sacado con su amplio repertorio de recursos que administra con maestría Campazzo.
El inicio de partido nos ha dejado un poco lo que acabaría siendo el guión. Un Valencia Basket intentando ser bueno atrás, áspero, pero con demasiadas pérdidas e impreciosiones en ataque que impedían que los de Chus Mateo se puedieran nerviosos. Tavares imponía respeto y Campazzo movía hilos. Ni la anticipada vuelta de Semi Ojeleye ha minimizado los daños ante los campeones de Europa en el cierre del 2023.
El inicio de segundo cuarto ha sido una muy buena defensa a Llull, casi acorrlado en una esquina, poco tiempo en el reloj de posesión... lo que más le gusta al escolta. Se ha buscado una salida hacia su izquierda y ha metido sobre Pradilla en ayuda, un triple mientras el tablero se iluminaba. Una pérdida, una transición de Poirier y tiempo muerto de Mumbrú con 25 a 15. Ha reestructurado el quinteto el técnico taronja y el equipo se ha rehecho con cinco puntos seguidos. Han sido unos minutos de liderazgo de Jovic.
La pena han sido las pérdidas, demasiadas, porque el Madrid a la mínima corre y castiga. Y más si está el Chacho en pista, que lo disfruta. Y los tiros libres. Qué cruz este curso en una suerte tan importante en partidos ajustados. Pues con 13 pérdidas y 1 de 7 en libres, los locales han acelerado para abrir brecha otra vez y menos mal que Reuvers ha anotado un triple y un matazo en la cara de Poirier para amortiguar los daños. 41 a 34 al descanso.
Semi Ojeleye ha querido sacar pecho en Madrid, con un triple y una penetración sin miedo contra Tavares. Reuvers ha seguido duro atrás y sólo las pérdidas han impedido a Valencia Basket poner en problemas a los blancos. El Real estaba oliendo la sangre, otro acelerón para poner 51 a 39 con un triple de Musa. Los valencianos han empezado a atacar sin clarividencia, a chocar contra el muro con tiros complicados. Mumbrú ha metido a Jovic en pista para buscar luz, con un quinteto pequeño y Jones al escolta.
Pero Campazzo ha detectado la debilidad y ha castigado los desajustes. A la desesperada, Mumbrú ha puesto esa zona 2-3 que otras tardes ha bloqueado al rival, pero Abalde ha metido un triple para un 66 a 50 minuto 29. El acto definitivo ha tenido un arreón de Robertson con dos triples, pero el joven e hiperactivo de Ndiaye ha respondido de inmediato para sofocar el fogonazo. O el Chacho, con triple contra el tercero de Kasius. Son muchos y muy buenos. El final ha sido de superioridad blanca. Toca aprender de lo que se puede y debe mejorar. Ahora con la llegada de Pangos y Anderson, la plantilla es larga, compensada y con talento.