El Valencia Basket no quiere irse de vacaciones, asalta Murcia y la Fonteta decidirá el sábado

El Valencia Basket mostró su versión sólida y devolvió la serie a la Fonteta con una gran victoria (72-83), la primera derrota de UCAM Murcia de local en este 2024. Sólo tres partidos ha perdido el conjunto pimentonero ante su gente en esta 23/24, dos han sido ante los taronja. Lo había pedido Xavi Albert en la previa, un nivel más de intensidad que en el primer partido y la puesta en escena ya lo fue. El equipo salió enchufado. Duro, serio, aplicado, generoso. Y por eso los primeros diez minutos, con la intensidad de Puerto o Anderson haciendo de dinamo, dio energía para imponer un 14-23 favorable. Una lástima un par de tiros triples bien trabajados que no entraron, porque podrían haber abierto una brecha importante.

Se había hecho algo importante, marcar un listón de contactos y de defensa ganador. Ahora llegaba la segunda parte de la misión, mantenerlo. UCAM tuvo un arreón, pero con dos triples al límite de la posesión, uno de Pradilla y otro de Jovic, los taronja respondieron con personalidad y determinación, 23-33. El serbio se plantó en nueve puntos castigando la soledad que le concedía la defensa murciana de forma intencionada. El base estaba balcánico, competitivo, controlando el partido. El pivot internacional, muy prolífico, con diez puntos. Una pérdida en la última posesión de Jones rematada con un tiro de Kurucs sobre la bocina dejó un 36-43 con el público encendiéndose.

UCAM, con un 4 de 16 en triples y dominio del rebote, y tan solo siete abajo, tenía pinta de ajustar el marcador si Valencia Basket perdía rigor. Y así fue. Once a dos de parcial y otro partido, con el Palacio encendido y el marcador volteado, 47-45, minuto 24, con un triple de Sleva. Primer momento de alarma, primer test a la mentalidad del equipo. Albert, después de recibir técnica, alteró el quinteto. Jovic, Harper, Anderson, Claver e Inglis. Un triple de Harper y una conexión Jovic-Inglis dio aire después de un momento de agobio, pero UCAM ya tenía ritmo y fuego en la mirada. Menos mal que Jovic seguía tremendo y con un canastón en contraataque y un precioso pase a Claver en el triple frenó la cascada de euforia local, 50-55. Otra de Harper, más aire, 50-57. Al final, 58-61 con Radovic de estilete y diez minutos por delante.

Diez minutos casi seguro sin Jones, que cabizbajo se retiró al banquillo cojeando. Un robo y una cabalgada de Davies volvieron a poner un colchón de seis puntos y la sensación de interrupción en el despertar local. Pero un tiro precipitado acabó con la cuarta de Davies. Mala decisión, consecuencia. Las recuperaciones mantenían la distancia de seguridad, 60-67, pero había que estar preparados para un último acelerón. Un aro pasado valiente de Pradilla y dos tiros libres de Jovic, pusieron un más siete, recortado por Hakkanson de inmediato. No había tregua. Y ahí un tío avispado y atento como Pradilla se mueve cómodo a la espalda de la defensa. La puntilla la dio Davies con un triple y un contraataque tras otra recuperación. La defensa, la defensa. Y Jovic gestionando el juego.