Valencia Basket cierra el 2024 con fiesta ante el Lleida (107-92), liderato ACB y billete para la Copa

El Valencia Basket va aprendiendo a descifrar las defensas que le va planteando los rivales para no dejarle correr y disparar. Será importante porque en los partidos claves de la temporada este aprendizaje será clave para conseguir alcanzar objetivos y sueños.

Empezó el partido con un triple de Jones, que trajo respuesta con un dos más uno de Bozic y el triple de Bropleh. Una pérdida, algo en lo que ha bajado el listón el equipo, provocó una bandeja para el 3-8. Bozic, con la Fonteta sometiéndole a examen, asumía responsabilidad en el cuatro y mantenía a Lleida por delante. Jones y Ojeleye impedían una ventaja mayor, 14-17 con triple de Muric en transición. 

Con un tiro en extinción, a tablero a media distancia, Van de Wuust puso 14-19. Fue en este momento cuando enseñó la zona 2-3 Gerard Encuentra por primera vez. Los equipos van buscando herramientas para ralentizar los ataques valencianos. Aunque a veces lo que más le cuesta al equipo taronja es ser firme y duro atrás. No ir al intercambio de canastas, a ver hasta cuándo resiste el acierto rival… sino como el día del Real Madrid, priorizar la defensa para crecer desde ella. 26-26, minuto diez. Lleida con un 56% en tiros de campo y doce puntos en la pintura, por cuatro de los locales.

Con 26-29, De Larrea que venia de anotar antes un triple después de un despiste defensivo, enchufó otro en un aclarado contra Oriola. Desde la zona de lesionados, Lucas Marí, le chilló segundos antes “juégatela, juégatela”. Oído cocina. Mucha clase, mucho desparpajo. 29-29. Más que los puntos, el hecho. Pero seguían las pérdidas, la zona y puntos en pintura. 34-35, minuto 15. Pero Valencia Basket tiene en su tenacidad en el rebote ofensivo como las vidas en los videojuegos. Y eso castiga mucho a los rivales en lo mental. Segundas, terceras y hasta alguna cuarta opción. Con eso arrancó un más ocho, 49-41, reducido 49-43 al descanso.

Jones arrancó el tercero con un triple. Máxima de 9. Pero Lleida juega valiente y con varios triples de Bropleh y Hasbrock, evitaron el despegue. Otro triple de López-Arostegui, que se fue con once al descanso, parecía anunciar el tirón definitivo. Incluso después de que el vasco sacara una de ataque con 61-54. En esa posesión, llegó la primera conexión clara en bloqueo y continuación, con asistencia de Jones y dos más uno de Costello, que erró el libre adicional, el primero del equipo. Zona leridana y triplazo de Muric. 63-57, minuto 25.

Una canasta con falta de Brimah fue un punto de inflexión. Mejoró la defensa local y Jones buscó buenas situaciones para sus compañeros que llevaron a un 74-62, con triple de Ojeleye. Llevaba Semi un par de tardes grises, para el nivel al que nos tiene acostumbrados, pero estaba muy conectado. Las grietas empezaban a aparecer, 79-65, con triple después de finta y bote de Reuvers, en su primer partido como comunitario. Su vuelta después de la lesión con Hungría en las ventanas FIBA de noviembre permite una mejor rotación interior y aumenta los registros.

Otro pase maravilloso de Jones permitió iniciar el último acto con un matazo de Pradilla a una mano y un más 18, 83-65. Las grietas. Llegó la cuarta de López-Arostegui y Pedro lo mantuvo. Quería exprimir su defensa sobre el base rival. El más veinte fue con pase mirando a la grada de Jovic para otro mate de Pradilla. Y la Fonteta de fiesta. Esto es lo que ha conseguido el equipo. Cae el equipo ante Lietkabelis. Ovación de despedida. Cae en Canarias. Gran entrada y entrega a su equipo. 92-72. El choque ya estaba roto y la Fonteta lo saboreó con sus temas musicales preferidos. Es lo que ha construido Pedro. Identificación. Y además, liderato de la ACB para cerrar el 2024 y billete para la Copa del Rey. Casi nada.