Valencia Basket se da un festín anotador en Vitoria y voltea al Baskonia de Pablo Laso (91-116)

El Valencia Basket de Pedro Martínez sigue creciendo sobre su idea atrevida y valiente de juego. Lo demostró esta semana en Francia ante el rocoso Bourg y este domingo ante un equipo de Euroliga como Baskonia, al que lo fulminó a base de triples y de ritmo. Es el arte que tiene el entrenador catalán. Sus equipos tienen ritmo, ocupan bien los espacios y los aprovechan para generar tiros, que, cuando están acertados, como en el Buesa Arena, el rival no puede hacer otra cosa que sacar el paraguas y aguantar el chaparrón. El 19 de 39 desde el arco fue insoportable para los vascos, que acabaron desesperados, barridos (91-116).  

Además, algo innegociable para el entrenador taronja es la dictadura del equipo, la fuerza del grupo, la coralidad. Una mala defensa, banquillo. Y eso le hace aún más peligroso, porque la mayoría de conjuntos delegan mucho en las individualidades. Valencia Basket las tiene, pero saben que lo grupal va por delante. Por eso, cuando Jones o Montero, dos talentazos, juegan para el todo, sabes que muchas cosas han cambiado. Dieciocho asistencias entre los dos, diez del norteamericano y ocho del dominicano. Una pasada. Pero es que además también anotan, 13 y 16, respectivamente, para un total de 42 de valoración. Talento al servicio de los demás. Diversión y eficacia.

Con ellos generando, con la batuta, y los demás cumpliendo sus responsabilidades, Valencia Basket lleva nueve partidos de los dieciséis disputados entre ACB y Eurocup, superando los cien puntos anotados. Pero esa coralidad quedó demostrada con ese 155 de valoración y los diez jugadores utlizados con diez o más en este apartado. EQUIPO.

Por eso desde el primer momento los valencianos dejaron claro que querían llevarse la victoria a casa. En el primer cuarto retaron a los vascos. 25-25, pero en cuanto se apretó un poco la defensa, se percutió en el rebote, los de Laso empezaron a flojear. 40 a 51 al descanso.

La salida del tercero fue de paraguas. Llovían los triples y los locales no aguantaban el acelerón. No es sencillo. ¿Cómo superas un 8 de 10 en triples? ¡Un ochenta por ciento! O lo igualas o estás liquidado. Sestina metió sus tres intentados, aún enchufaría tres más en el último acto. 63-87 y diez minutos más para disfrutar.

Un triple de Ojeleye puso la máxima y sonrojante renta para los valencianos, 69-98 en el minuto 33. Montero, con el último dardo desde el arco, cerró los 116 anotados. Otra fiesta taronja.