El Valencia Basket se despide de la Euroliga con derrota en Belgrado (79-66)

Se cerró la participación del Valencia Basket en esta Euroliga 23/24 con un balance de 14 victorias y 19 derrotas, en un mal final de curso, con dos triunfos en las últimas jornadas. Teniendo en cuenta que el play in ha quedado a sólo tres victorias, marcado por Anadolu Efes, se dejó escapar una buena oportunidad de estar entre los diez mejores. El cierre fue un poco descafeniado. Aunque el Stark Arena de Belgrado parece que nunca se relaja, nunca apaga su pasión, ni siquiera cuando el jueves el Estrella Roja, gran rival partisano, se paseó por Estambul para sufrir su derrota más escandalosa, de 45 puntos, y más alegre, porque dejaba a Partizan fuera del play in. Pues ni así, la afición hace temblar los cimientos en cada batalla, porque así se vive el baloncesto en esta ciudad balcánica.

Con la idea de seguir estableciendo unos mecanismos ofensivos y defensivos, pero sin olvidar la cita clave del domingo en Granada, Xavi Albert quiso que su estreno en Euroliga fuera serio, una tarjeta de visita, que no todos los días debutas ante el rey de Europa, Zeljko Obradovic, poseedor de nueve títulos. Casi nada. Y su intención de recuperar soldados para la causa. Reuvers, titular. Uno, pero no el único.

El arranque fue bueno. Esa sensación de compartir el balón que ya se detectó con Mumbrú después de la copa, y ajustes defensivos más flexibles, sin cambiar automáticamente siempre. También con los jugadores más mentalizados. Jones, uno de los que más. Y los recitales defensivos de Claver, con su inteligencia y brazos largos. Con eso, el Valencia Basket construyó una renta de seis puntos para cerrar el primer acto, 15-21, y Ojeleye ya con siete puntos, inspirado en la ciudad en la que probablemente juegue el curso próximo.

Partizan aprovechaba las pérdidas valencianas para estar cerca y, en el ecuador del segundo cuarto, para aprovechar un parón ofensivo de los visitantes. Fueron los mejores momentos de Punter, que llegó a poner a los suyos 35-29, pero con Ojeleye y Harper aprovechando buenas opciones no sólo se sostuvo el equipo, sino que el escolta, sobre la bocina, cerró un 35-37con buenas sensaciones. Además, Xavi Albert había dado los primeros minutos europeos del curso a la joya de l'Alqueria, Sergio de Larrea, el talentoso base de 2005.

El regreso de los vestuarios trajo un tirón partisano, un siete a cero de salida, que no hizo temblar a los valencianos. Jones y Anderson dieron tranquilidad en este tramo. Después volvió la dupla Ojeleye-Harper a generar puntos, pero el equipo perdió cierto orden que los de Obradovic castigaron, principalmente con Nunnally, para cerrar el tercero con su máxima renta de seis puntos (58-52)

Poco a poco el ataque de Valencia Basket se fue espesando, menos movimiento sin balón, menos pases, más acciones de uno por uno. Partizán Y eso entre tiros forzados y pérdidas, complicaba todo. Hubo un momento peligroso, 67-54, minuto 33, y Albert lo aprovechó para enseñarnos a De Larrea, con su visión de juego periférica, al mando de un quinteto nacional: Larry, Puerto, López-Arostegui, Pradilla y Claver. Se ajustó todo, pero Punter metió uno de esos triples después de una buena defensa que hacen daño. 72-61. Puerto premió otra defensa buena con un triple. Pero Smith explsionó su quinta bomba, cinco de cinco, tremendo. 75-64 y poco más de un minuto. Eso fue el final. Albert había dado competido, había dado minutos a todos y cariño a algunos que lo necesitan como Harper, Puerto, Reuvers o López-Arostegui. Y lo mejor, nos enseñó a De Larrea.