El Valencia Basket se mete en playoff con la ley del mínimo esfuerzo ante el Joventut (83-76)

El Valencia Basket ya es equipo de playoff después de impornerse al Joventut de Badalona (83-76). Otra cosa es lo poco que engancha el equipo a su querida Fonteta. Sin tensión como en Manresa unos días antes, los taronja dejaron claro contra los dos conjuntos catalanes que da igual tener toda la semana para entrenar y preparar los compromisos, el equipo es reactivo. A veces, da tiempo a arreglar las cosas, si el rival es como esta Penya limitada y sin nada en juego. Muchas otras veces, como en el Nou Congost, no. Con Mumbrú y con Albert, mismos tics.

Podría haberse gestado durante la semana un espíritu festivo, ambicioso, de ganar y ofrecerle un buen espectáculo a los aficionados, para reengancharlos de cara al playoff. Pero nada de nada. La puesta en escena fue fría, deslavazada. El Joventut, con buen ritmo y puntería ( cuatro triples en los primeros compases), se puso 6-16. Unos instantes en los que Evans, bastante entonado, vomitó en plena pista tras un ataque visitante. Se fue al banquillo y Albert metió a Justin Anderson, y cambió la dinámica. Se llegó al final del primer cuarto 16-18 y 37-34 al descanso.

El resto del partido fue la sensación de superioridad absoluta de los valencianos, con López-Arostegui y Pradilla tratando de darle seriedad al juego, pero sin ningún tipo de contundencia. Tirones pequeños, los justos para ir por delante, y los catalanes sin soltarse gracias en especial a tres veteranos ilustres, Pau Ribas, Guillem Vives y Ante Tomic.

Pero no se rompía el marcador, siempre venían un par de errores cuando parecía que sí. Con 67-60 después de una buena asistencia de Inglis desde el poste alto para que Anderson hiciera un mate descomunal, el propio Anderson poco después cometió antideportiva por un palo a Tomic fuera de lugar. Vives con un triplazo desde la esquina a una pierna puso el 67-67.

Menos mal que Ojeleye y Jones metieron un par de canastas con sedante, porque se podría haber complicado la victoria y la Fonteta se lo hubiera tomado bastante mal. No fue así, se ganó, se luchará por el título, aunque mucho tienen que cambiar las cosas para que se ilusione la afición, y a ver si en los dos partidos que quedan, Real Madrid y Andorra, hay ganas de ser cuartos.