El Valencia Basket se recompone y vence a un resistente Estrella Roja (85 a 81)

Después de cinco derrotas europeas consecutivas y sólo dos victorias en los diez últimos compromisos del calendario, el Valencia Basket necesitaba ganar como el respirar, y lo ha conseguido, a base de mucho sufrimiento y volviendo a dejar muchos interrogantes en su juego. ¿Por qué le cuesta tanto mantener la disciplina en el juego ofensivo? ¿Por qué tiene dos caras tan diferentes en un mismo partido? Son algunas de las que han pululado en el ambiente viendo el cambio radical del equipo de la primera parte, muy sólida con ramalazos brillantes, y otra llena de nervios e inconsistencias. Al menos se ha ganado y se respira.

Hoy por primera vez en la temporada, Mumbrú ha podido contar con sus 15 jugadores, la plantilla al completo. Ha debutado en una convocatoria Martin Hermannsson después de pasar por quirófano en septiembre, y el técnico ha descartado a Ferrando, Pradilla y un Robertson cada vez más amenazado. Hoy ha estado haciendo en tiro en solitario antes del encuentro, con el semblante serio.

De salida, el entrenador ha mandado un mensaje que ya advirtió en rueda de prensa en la previa. "Este equipo es diferente según los bases", había comentado. Pues hoy ha apostado por Jovic de director de orquesta, formando dupla exterior con Jared Harper, dejando en el banquillo a Jones, una de las estrellas del equipo. La idea es ir desplazando muchos minutos al norteamericano al escolta, para que sea más ejecutor y no tenga la pelota tanto tiempo en sus manos.

La apuesta de Mumbrú se ha notado. La primera parte ha sido de las mejores en el aspectio ofensivo de la temporada. Con una buena ocupación de los espacios, con fluidez en la rotación de balón y con mucha diversidad a la hora de castigar al Estrella Roja. Han sido ocho triples en los primeros veinte minutos, de 16 lanzados, un 50% de acierto. Pero también con Brandon Davies percutiendo en la pintura con diez puntos, entre ellos dos después de un mate salvaje a una mano. Con 13 asistencias en la primera mitad, Valencia Basket jugaba con energía y alegría, para irse al descanso con un marcador festivo, 56 a 40.

Con una renta así, podríamos esperar que los taronja hubieran tenido ganas de mantener la dinámica y disfrutar la segunda parte, sin sobresaltos, pero no. La salida de vestuarios nos ha devuelto esa versión individualista y hasta histérica del Valencia Basket en ataque, que le hace acabar siendo endeble atrás.

Los serbios, con el genio Teodosic haciendo calibrar a los suyos, han hecho un parcial de 6 a 21 para con un triple de Giedraitis poner el encuentro en la casilla de salida. Como en el juego de la oca, cuando caes en la casilla que te lleva al principio, 62 a 61. En ese momento de zozobra y tensión, Claver ha metido su tercer triple, Davies ha palmeado un rebote y Harper sobre la bocina ha anotado una bomba para atenuar la presión de los balcánicos para cerrar el tercer cuarto, 72 a 67.

Ojeleye, que había sido el mejor en la primera parte, ha puesto más calma aún antes de irse al banco con 76 a 67. Poco a poco el Estrella Roja se ha ido adueñando del partido. Teodosic creaba y Nedovic se gustaba. El ex taronja ha sacado lo mejor de su repertorio y para colmo ha igualado el partido a 81 con menos de un minuto por jugarse. Ha sido el momento de la Fonteta, que ha apretado, ha vibrado y ha hecho pequeño el aro para los serbios. Harper y Davies han sellado el triunfo, que hacía falta, que permite encarar los dos próximos partidos de la semana (viernes en Francia contra ASVEL y domingo en Murcia contra UCAM) con mejor ánimo.