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Valencia Basket recupera la chispa, arrolla y hace terapia en Zaragoza (71-115)
Los valencianos vuelven a competir después de la decepción copera y de las ventanas FIBA, y arrollan a un Casademont sin pívots físicos. Buena circulación y puntería (19 de 38 en triples)

Valencia Basket recupera la sonrisa después del batacazo copero
Valencia - Publicado el
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Desde el 14 de febrero no había vuelto a jugar el Valencia Basket y había curiosidad de ver cómo sería su respuesta a una pésima actuación. Además, las ventanas FIBA habían obligado a una terapia de grupo a distancia, con ocho jugadores convocados por sus respectivas selecciones.
Ojeleye, uno de los desaparecidos en Las Palmas, abrió el partido con un triple, como queriendo marcar el camino. Pronto, un mate de Costello, para un 0-5 de inicio, que acabó aumentando a un 4-13 a los cuatro minutos. Con 9-17 tuvo que pedir minut Porfi Fisach, porque los valencianos estaban fluidos y eso es duro que soportar. Reuvers, con su movilidad, iba castigando la defensa local. El norteamericano con pasaporte húngaro está cómodo corriendo, pero sufre mucho en defensa de uno contra uno con cincos fuertes y pesados. Con 20-29, cifras más reconocibles, se cerró el primer cuarto.
Los primeros compases fueron un cúmulo de imprecisiones, entre pérdidas y errores en el tiro, del que los valencianos sacaron provecho, para un 20-32, con triple de Badio. Otro triple, de Semi, y una contra de Jones, puso el más quince, 22-37, y otro minuto de Fisach. Una penetración en transición de Sestina, con falta, aún aumentó la renta a dieciséis, pero los maños estaban empezando a ver aro, algo peligroso en el Príncipe Felipe y una mal síntoma, como termómetro de la defensa valenciana.
Afortunadamente, la recuperación de la circulación veloz, sin bote, como semilla de buenos ataques parecía volver. Semi enchufó, liberado, su tercer dardo desde el arco, un 30-48 potente. Sin peso sobre los hombros, 30-51 con otro de López-Arostegui, sobre la bocina. Liberado, sin presión, estaba suelto Valencia Basket. Un nueve de trece desde el 6´75 es insoportable para rivales del nivel de los rojillos. 40-63 al descanso.
El choque estaba encarrilado. Se trataba de hacer terapia, de recobrar la confianza en los básicos y de mejorar en los puntos débiles: las pérdidas y los puntos interiores. La mano seguía caliente. Triples de Jones, Pradilla y Sestina. Los treinta de colchón llegaron en el minuto 26, 48-78, para llegar al minuto 30 con el 59-89. Con estos porcentajes, el Príncipe Felipe llegó a silbar tímidamente.
Con siete minutos aún por jugarse, Sestina, con el decimosexto triple del equipo, puso el marcador en más de cien, 66-102. A menos de tres, ya estaba en 110. Aquí llegó en lo único que podía perder ya Valencia Basket, una lesión. Jean Montero se torció el tobillo izquierdo al pisar a Jaime Fernández y tuvo que salir. No mucho, pero reincidente el dominicano en los tobillos. Un susto para un partido mayúsculo: 15 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, para un 27 de valoración. Una estrella dentro de una orquesta afinada, con 151 de valoración global y ocho jugadores en diez o más puntos.