El Valencia Basket sigue su caída libre ante el Bilbao Basket (79 a 85)

La descomposición del Valencia Basket que arrancó firme la tempoarada continúa. Poco va quedando de aquel equipo hermético, duro atrás, que compartía la pelota. En plena caída libre desde que pasó por Badalona, casi un mes después acumula un preocupante balance de dos victorias (Zaragoza y Palencia, equipos menores) y ocho derrotas (Joventut, Milano, Real Madrid, FC Barcelona, Baskonia en ACB y Europa, Panathinaikos y hoy Bilbao. Hoy la Fonteta no se ha contenido y ha despedido al equipo con pitos. Se empieza a parecer mucho al de la 22/23, demasiado.

Hoy, un equipo que venía de seis derrotas seguidas en liga, te ha ganado. Un termómetro muy fiable para medir la temperatura taronja. Le has concedido la iniciativa, como solías hacer en la 22/23, algo que te obliga a ir a remolque. Un imponente Killeja Jones ha anotado los nueve primero puntos del encuentro. Un 0 a 9 de arranque con 0/6 en tiros de campo y cuatro pérdidas. Sin luz ni alma. Puerto ha anotado de tres la primera canasta valenciana en el minuto 4. Mumbrú ha metido a Jovic, que no había entrenado con el equipo y llevaba cuatro partidos fuera, para generar, y Davies ha salido del banquillo con energía Un 2+1 suyo le ha dado la primera y única ventaja taronja de todo el encuentro (16 a 15, minuto 9). Aún así, el primer acto se ha cerrado 17 a 19.

El segundo cuarto ha sido del sueco Pantzar. Una exhibición de recursos ha llevado a los vascos a gozar de un colchón importante, trece puntos (21 a 34, minuto 14), pero Renfoe, el base titular, se ha tenido que sentar con cuatro faltas muy pronto, un handicap a gestionar. Ojeleye, con un triple, ha conectado algo a los locales, que con mejor defensa han ajustado el luminoso al descanso (39 a 43).

En el vestuario no se ha cambiado el guión. Todo ha seguido muy parecido hasta el final. Ventajas visitantes, reacciones locales. Pero nunca tomando ya la delantera en el marcador. La única ocasión en la que ha dado la sensación Valencia Basket que volteaba la dinámica ha sido después de tres mates consecutivos, dos de Davies y uno de Pradilla, que han despertado a una pasiva Fonteta (73 a 75, minuto 36). Ese rugir del pabellón hacia presagiar temblor de piernas en Bilbao Basket, pero no.

Los de Ponsarnau, recibido con una cariñosa ovación como no podía ser de otra manera, han tenido paciencia y han sabido gestionar la ansiedad local para finiquitar el partido y poner fin a su racha de seis derrotas ligueras consecutivas. Con una estrella, Pantzar (23 puntos y 32 de valoración), y muchos jugadores sumando. Valencia Basket se ha perdido en su baloncesto de un pase y mucho 1x1, su condena la temporada anterior.