Un valenciano, en la cima del mundo

Desde Almussafes al cielo, pasando por Mallorca, Tarragona, Girona, Manchester, A Coruña y Breda. No ha sido un camino fácil, pero la cima está más próxima que nunca.

Pablo Marí, defensa central de 26 años, ha tenido que dar muchas vueltas para encontrar su sitio. Criado en la cantera del Mallorca, su juego y su físico llamaron la atención de los ojeadores de los equipos punteros de Europa. Así, fue el Manchester City quien le convenció para apostar por el proyecto liderado por Pep Guardiola. Al Etihad se fue, aunque no llegó a debutar con el primer equipo.

En el Flamengo también juegan Diego Alves y Rodrigo Caio

Se sucedió entonces una catarata de cesiones que le llevó a Girona, al NAC Breda holandés y al Deportivo de La Coruña, con el que puso punto y final a su periplo en Europa. Este pasado verano tomó una arriesgada decisión: cruzar el charco para enfundarse los colores del Flamengo brasileño donde cayó de pie desde el primer día. Se hizo con el puesto de titular en el eje de la zaga y en cinco meses ha conseguido alzar dos títulos: la Libertadores y el Brasileirao. Ahora está a sólo un paso de coronarse, puesto que el sábado (20:30 horas) jugará la final del Mundial de clubes FIFA frente al ganador de la semifinal entre el Monterrey mexicano y el Liverpool, después de deshacerse del Al Hilal saudí por 3-1, tras remontar un gol adverso.

En el Flamengo juegan otros rostros bien conocidos de la afición valencianista. Su portero es Diego Alves (213 partidos como che entre 2011 y 2017) o Rodrigo Caio, cuyo fichaje por el Valencia CF en 2015 provocó las salidas del club de Amadeo Salvo y Rufete, aunque su puesta de largo se terminó yendo al traste por consejo médico.