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Carlos Mazón, president de la Generalitat Valenciana en la Tomatina: "Aguántame el tomate"
La setenta y seis edición de la Tomatina de Buñol ha tenido un ilustre invitado, Carlos Mazón, president de la Generalitat Valenciana que no dudará en repetir el año que viene
Valencia - Publicado el - Actualizado
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Sin duda alguna uno de los momentos más simpáticos de la Tomatina de este año lo ha protagonizado Carlos Mazón, president de la Generalitat Valenciana que ha subido a uno de los camiones desde donde se lanzan los tomates.
El presidente ha confirmado que le ha encantado y promete repetir el próximo año. Todo ha comenzado con el órdago que le ha lanzado la alcaldesa de Buñol tal y como relata el propio Mazón: "la alcaldesa me ha dicho si tenía lo que había que tener para subirme al camión y no he tenido más remedio que decirle aguántame el tomate".
Además, el presidente ha pretendido demostrar con este gesto "el carácter abierto, alegre, acogedor y hospitalario que tenemos los valencianos aunque estemos de tomates hasta las rodillas y un poquito más arriba".
Mazón ha asegurado que el año que viene irá en bañador y la vivirá desde la calle, y ha resaltado que "una gamberrada" -así se gestó hace décadas- se ha convertido en esta fiesta "no para nosotros, sino para todo el mundo".
"Me siento un privilegiado por haber podido venir, creo que he acertado subiéndome al camión, pero creo que lo más importante es esta sonrisa que desde la Comunidad Valenciana lanzamos al mundo".
UNA EDICIÓN SIN INCIDENTES
El rojo de 150.000 kilos de tomates de variedad pera bien maduros ha coloreado un año más las calles más céntricas del pueblo valenciano de Buñol sin incidentes. Más de dos horas antes del inicio de esta incruenta batalla vegetal, donde las camisetas blancas han sido la prenda más habitual, la música ya se hacía notar por las calles del municipio, mientras la gente esperaba paseando y bailando, intentando coger un jamón en lo alto de un palo enjabonado o cogiendo fuerzas con generosos almuerzos.
Con el olor a tomate aún en el ambiente y mientras la marabunta iba desapareciendo, han comenzado las labores de limpieza de fachadas (algunas protegidas por lonas) y calles, que en pocos minutos ya lucían impolutas y desinfectadas gracias al ácido de los frutos usados como artillería en esta original batalla, que ya espera con ganas una nueva edición en 2024.