La curiosa forma de anunciar los nombres de las Falleras Mayores de Valencia: "Estoy flipando"

Parte de la tradición fallera y un momento muy esperado por las diferentes comisiones falleras, es el día en que se comunica quiénes van a ser las falleras mayor e infantil de ese año en curso.

Los nombres de las agraciadas se guardan con celo en sobres que no se abren hasta el momento del nombramiento... un secreto que se intenta mantener hasta el final, aunque no siempre las filtraciones lo ponen fácil.

El ritual de la "telefonada"

El protocolo de nombramiento, hasta el año 1991, consistía en leer el acta en el hemiciclo. En ese momento, el secretario general tecleaba los nombres de las mismas y acto seguido, la primera autoridad municipal se marchaba a su despacho para llamar a las agraciadas quienes, sin contener la emoción, lanzaban un primer mensaje como nuevas representantes de las fiestas grandes de Valencia.

Sin embargo, todo eso cambiaría en 1991. El 30 de octubre, en la Asamblea de Presidentes, uno de los presidentes, Emili Camps, solicitó en el apartado de ruegos y preguntas por la posibilidad de que esa llamada telefónica se realizara desde el hemiciclo de forma que las palabras de la nueva fallera mayor pudieran ser escuchadas por todos los asistentes al hemiciclo. Una propuesta que sería aceptada por este organismo fallero.

De esta forma, esta novedad se aplicaría ya ese 25 de noviembre de 1991. Mónica Palmer y Carmen Serrano fueron las primeras falleras que recibieron la llamada en directo y pudieron escuchar la voz de la entonces alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, leyendo las últimas líneas de acta. Este nuevo sistema permitía a todos los asistentes disfrutar y compartir los primeros momentos de emoción de las recién elegidas falleras.

El ya tradicional ritual de la “telefonada”, es uno de los momentos más intentos e importantes del recién iniciado reinado de las falleras mayor e infantil de Valencia.