Okupas de un edificio obligan a una mujer con dos hijos a abandonar su casa en Valencia: "Miedo"

La okupación se ha convertido en foco de información casi habitual en España en general y concretamente en la Comunidad Valenciana.

En las últimas semanas, se han visto diferentes casos como el de un joven, a plena luz del día, intentando desatornillar una cerradura, mientras un vecino le graba y alerta que ya ha llamado a la policía o la historia de un hombre que ha tenido que acabar viviendo en una furgoneta porque su inquilina dejó de pagarle y no ha podido asumir los gastos.

Otra de las historias que preocupa es la de Amparo, una vecina del valenciano barrio de Malilla que ha denunciado en los micrófonos de COPE cómo ha visto que su finca se iba llenando de okupas, mientras que su sobrina sufría la misma situación con dos calles de diferencia.

La okupación se extiende en el barrio valenciano de Malilla

“No te das cuenta del problema que supone la okupación hasta que la vives de cerca”, reconoce Amparo quien además reconoce que encima tiene “que dar gracias porque son gente tranquila, pero es verdad que cuando se han visto apurados están provocando enfrentamientos en la comunidad porque necesitan luz, necesitan agua, y en fin es tan incomodando ya a ciertos vecinos”.

ESCUCHA AQUÍ LA ENTREVISTA A AMPARO

Amparo fue operada hace poco más de dos meses de cáncer de mama y necesita “tranquilidad”, además en su finca, tal y como expresa ella misma son todas “personas mayores, somos vulnerables”.

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Cómo evitar okupaciones o las nuevas inquiokupaciones

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Su sobrina sí tiene okupas agresivos

La situación de esta vecina del barrio de Malilla se ve agravada porque su sobrina, con domicilio dos calles paralelas, sufre una okupación más peligrosa en su edificio. “Tiene dos hijos, está separada y está viviendo con nosotros debido a que sus okupas son gente violenta que no tienen nada que perder y les da igual todo”.

El problema de estos violentos es que están más de un año y medio en “un proceso judicial y no le vemos solución”.

“Una pregunta para los políticos”

Esa es la pregunta que esta vecina lanza a la clase política tras más de un año de desesperación y teniendo que haber acogido a su sobrina y sus dos hijos. “¿Qué tenemos que hacer? Como ciudadana normal que ahora está jubilada, que ha estado pagando sus impuestos, que tiene una propiedad y que lo único que pretende es cerrar su puerta y tener tranquilidad, qué es lo que podemos hacer los ciudadanos para proteger nuestros derechos”.

“Lo único que tenemos es esta propiedad y esta situación te altera física y monetariamente, he tenido que tomarme un diazepan esta misma mañana porque ha tenido que venir la policía y todo y no es justo. Que el propietario esté protegido, hoy en día el okupa está más protegido que el propietario”.

“Es el Estado el que debe encargarse de las personas vulnerables no nosotros los propietarios, es mi caso, los okupas se han metido en la zona de contadores, lo alteran todo, pueden provocar un incendio, vives con miedo, te lo tocan todo”.