La petición de una madre de Paiporta: “No hagan pasar a los niños por más traumas”
La comunidad educativa de Paiporta, junto a asociaciones de madres y padres (AMPAS), ha organizado una concentración para exigir una solución definitiva en los colegios que los acogen.
Valencia - Publicado el - Actualizado
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La devastadora DANA que golpeó a Paiporta el pasado 29 de octubre no solo arrasó calles, casas y negocios, sino que dejó a los más pequeños sin colegios donde continuar con su educación. En medio de la reconstrucción de la localidad, padres como Elisabet Carmona alzan la voz contra lo que consideran decisiones insensibles por parte de las autoridades educativas.
Los centros escolares de Paiporta quedaron inservibles tras las inundaciones. Por ello, muchos niños fueron acogidos temporalmente en colegios de Valencia, logrando adaptarse tras semanas de incertidumbre. Sin embargo, esta solución parece haber llegado a su fin. “Nos han comunicado que el próximo lunes 25 tienen que abandonar esos colegios y volver, pero ¿volver a dónde? Los centros de Paiporta no están en condiciones para recibirlos”, denuncia Elisabet, madre de dos niños de 6 y 9 años.
El panorama en Paiporta sigue siendo desolador. Gran parte del pueblo permanece sumido en el barro, con coches inutilizados, garajes anegados y comercios cerrados. Según Elisabet, “seguimos comiendo de la caridad, no hay espacios adecuados para que los niños puedan estar tranquilos ni jugar”. Mientras tanto, los colegios afectados se enfrentan a un proceso de rehabilitación que puede durar meses, incluyendo la construcción de barracones en algunos casos o el derribo completo de edificios.
el impacto emocional en los niños
Para los padres, la prioridad es garantizar la estabilidad emocional de los menores. “Han vivido algo que ningún niño debería experimentar. Ahora que están adaptados a sus nuevos colegios y han hecho amigos, los quieren volver a trasladar. Es un trauma más”, explica Elisabet, visiblemente afectada.
La incertidumbre de no saber qué ocurrirá a partir del lunes 25 añade una nueva carga emocional a los niños. “Ellos necesitan un ambiente limpio, seguro y tranquilo. Aquí, ahora mismo, no tienen nada de eso. Nos apañamos los adultos, pero los niños no deberían pasar por esto”, lamenta. Además, señala que algunos colegios de Paiporta no podrán ser utilizados durante el curso escolar, lo que agrava la falta de alternativas claras.
La comunidad educativa de Paiporta, junto a asociaciones de madres y padres (AMPAS), ha organizado una concentración para exigir una solución definitiva. Su principal demanda es extender el acogimiento temporal en los colegios de Valencia hasta que los centros de Paiporta estén en condiciones de recibir a los alumnos. “No entendemos por qué no se amplían las ratios de las aulas en estas circunstancias excepcionales. Un niño más no afecta, pero para nosotros significa estabilidad y seguridad”, recalca Elisabet.
La situación también afecta a los niños que no han podido salir de Paiporta y permanecen sin escolarizar. Estos menores están atrapados en una rutina marcada por la precariedad y la imposibilidad de acceder a una educación adecuada. “Los niños tienen la obligación de estar escolarizados, pero también el derecho a hacerlo en condiciones dignas. No podemos encontrar la solución solo. Necesitamos ayuda y cordura”, insiste.
una lucha compartida
La comunidad espera que esta protesta, junto con las gestiones realizadas ante Inspección y la Consellería de Educación, motive a las autoridades a reconsiderar su decisión. En palabras de Elisabet, las familias solo buscan que se priorice el bienestar de los más pequeños.
Mientras tanto, Paiporta sigue luchando por recuperar no solo su infraestructura dañada, sino también un sentido de normalidad para sus habitantes más jóvenes. “No pedimos milagros, solo que no hagan pasar a nuestros hijos por más momentos negativos. Han sufrido suficiente”, concluye Elisabet con esperanza, pero también con determinación.