El precio de una habitación para una familia sin recursos: 150€ por una semana de alquiler

Llevamos ya semanas hablando de la problemática de los pisos de alquiler, y las consecuencias de la escalada de precios que estamos sufriendo. Podríamos centrarla en las dificultades de cualquier familia por mantener sus viviendas alquiladas cuando vencen sus contratos. Incluso existen otras circunstancias que agravan todavía más el problema: las familias en situación de vulnerabilidad que ven imposible obtener un alquiler, y los abusos de tenedores de pisos que “trocean” los alquileres por semanas y por habitaciones, sin más derecho que un habitáculo y un baño compartido... por precios desorbitados.

El caso de Isabel y Diego

Una pareja colombiana, que huyendo de la violencia de su país, y con unos pocos ahorros, soñaba con rehacer su vida en España, cuenta en COPE su experiencia. La semana pasada Cáritas Gandía hacía una radiografía de la situación a la que se enfrentan, y ahora contamos con el testimonio de Diego e Isabel que llevan en España apenas una semana, y en estos 7 días, con los enormes problemas que están teniendo para conseguir un alojamiento digno, y agotados sus recursos económicos, se han dirigido a pedir ayuda a la entidad diocesana de la Ciudad Ducal

Isabel y Diego explican que se alojaron donde pudieron esos primeros días, aun viendo que era una habitación costosa, mientras miraban otras posibilidades que fueron desechando porque les impedían empadronarse: “Los precios son muy elevados, y aunque no conocemos bien, nos sentimos como estafados”.

Además de compartir baño con el resto de personas que viven en ese piso, se les hace difícil la convivencia: “no podemos utilizar otros espacios porque allí hay muchos que fuman sustancias psicoactivas”.

El elevado pago que deben afrontar en ese tipo de pisos no está exento de prohibiciones por parte de los propietarios: “Nos dijeron que no podíamos entrar a nadie a la casa, ni ningún amigo, ni nada. Entonces nosotros estamos ahí, como en la cárcel prácticamente”.

No les prohibieron taxativamente usar el salón o lugares comunes, pero cuentan que les era imposible convivir con otros inquilinos que ocupaban ese espacio consumiendo drogas permanentemente. El mismo problema tenían con la cocina o con un baño que debían compartir con cuatro personas más.

Más de 1.000 euros gastados en 8 días

Con la ayuda de Cáritas Gandia, están estudiando posibilidades de alojamiento mientras buscan algún trabajo que les permita acceder a mejores posibilidades, y aunque con dificultades, no pierden la esperanza. Eligieron nuestro país por la coincidencia idiomática y las posibilidades que hablar español les brindaba, pero sobre todo por la violencia y el miedo que dejaban atrás en Colombia.

Pese a la ilusión que han puesto en construir un futuro en España, ante tanto obstáculo sienten una gran preocupación: “los recursos se están agotando, que es lo que nos tiene preocupados. Tenemos para dentro de más o menos 1 mes, llevamos en menos de 8 días €1000 gastados”.

Gandia, la ciudad con las subidas más altas de alquiler

Un problema, el del alquiler. Y una realidad en la Comunidad Valenciana: los precios suben casi a diario. De hecho, hay municipios en los que en la última década se observan incrementos medios del 139%. Incluso con picos máximos que se sitúan en el 180%. Es el caso de Gandía, municipio por el que nos hemos pasado en el Mediodía de COPE Más Valencia.

Las familias atendidas, nos cuentan desde Caritas Gandia, pasan “situaciones de necesidad por no poder hacer frente en muchos casos a los meses de alquiler”. Se ha convertido en el gran problema. Hasta el punto que “muchas de ellas se han tenido que ver abocadas a la calle, llamar a los servicios sociales o a entidades como la nuestra”.

Hosbec recomienda a Alicante que siga los pasos de Valencia

, tanto del centro tradicional como de la periferia, con la masificación de los alquileres de pisos turísticos en la ciudad en los últimos años.

la presidenta de la asociación vecinal de la zona tradicional. "Aquí en el centro ese tipo de turismo se realiza durante todo el año. Tienes vecinos que están de paso, que no sabes ni quienes son y eso conlleva ruido, suciedad y gasto a la Comunidad", explica.

Moreno avisa de que muchos vecinos ya se han marchado y también han cerrado varios comercios de toda la vida. "Perdemos vecinos, comercios y calidad de vida.

remarca, agobiada por la situación.

El

, aplaude la decisión de Valencia de suspender las licencias para edificios residenciales y bajos comerciales durante un año más. Recuerda que ya se han sumado otras ciudades como

y sugiere a Alicante que empiece a tomar nota: "Alicante todavía no está en ese punto de otras ciudades, pero sí que sería sano que vayan viendo los aciertos y errores de otros puntos para no cometerlos".

"Uno de los éxitos del sector ha sido equilibrar la vida de los vecinos con los turistas, y eso por desgracia se ha desequilibrado en los últimos años", argumenta Fuster, quien invita a la reflexión sobre ese modelo de alojamiento. "Se ha descontrolado e incluso la parte controlada

concluye.