"Los precios son ruinosos; habría que parar las fábricas"

Un centenar de agricultores se concentró ayer viernes a las puertas del Ayuntamiento de Almendralejo como protesta a los bajos precios de la aceituna. Fue una convocatoria que surgió el día anterior y que no estaba respaldada por ninguna asociación agraria.

Uno de los agricultores presentes, Manuel Lavado, afirmó que “los precios son ruinosos, por debajo de los costes. Habría que parar las fábricas, como se hacía antiguamente, y hacer una subasta a sobre cerrado. Lo que está pasando es un robo a mano armada”.

Y es que el campo en Tierra de Barros clama contra los bajos precios de la aceituna. Apuntan que en Sevilla se está pagando un euro por kilo, “bastante más” que aquí.

Estos agricultores añaden que no se está cumpliendo la ley de la cadena alimentaria y que, en lo relativo, a la uva, la Junta de Extremadura no viene pagando las subvenciones por la reestructuración de viñedos desde 2018. “Nos utilizan como prestamistas. Es una estafa. Los jóvenes agricultores vamos a tener que cerrar. La Junta está colaborando con la despoblación”.

Manuel Lavado ha sido muy duro con las organizaciones agrarias: “Te llaman para que les votes en las elecciones al campo, pero luego no hacen nada. Son funcionarios del Gobierno. No van a morder la mano que les da de comer”.

El Congreso ya ha probado la nueva regulación, que recoge expresamente la prohibición de vender a pérdidas en todos los eslabones de la cadena, incluida la venta final.

El texto de la enmienda aprobada obliga a cada operador a pagar un precio igual o superior al coste de producción e impide la venta final a un precio inferior al precio real de adquisición.