Copa del Rey: "Se detectó gente que en el campo del Betis no la dejan entrar"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“Hay que poner todo en una balanza, y, en general, ha sido una fiesta”. Son palabras del alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, el día después de la celebración del partido de Copa entre el Hernán Cortés-Betis, en el que más de 11.000 personas se congregaron en el estadio Francisco de la Hera.
El análisis de todo lo sucedido ha dejado patente que la organización del evento no estuvo a la altura de lo que exige un encuentro con un equipo, como el Betis, que arrastra a miles de seguidores. Es lo que se desprende de las declaraciones del alcalde, que reconoce que ha habido “efectos colaterales no deseados”, que tenía que haber habido “más presencia policial” tanto dentro como fuera del estadio, que “se detectó gente que en el campo del Betis no la dejan entrar, que había que haber “incrementado la vigilancia privada” y que “no parece lógico que las entradas no estuvieran numeradas”. Ramírez añade que “de todo se aprende”.
Lo cierto es que los antidisturbios de Sevilla “no pudieron venir”, por lo que hubo agentes de la UPR de Badajoz (Unidad de Prevención y Reacción) y policías de Almendralejo. No hubo junta de seguridad, porque la Policía Nacional asumió el control, pero, a la vista de los acontecimientos, no se organizó como un encuentro de la liga profesional.
Sobre este evento, el PP de Almendralejo ha emitido un comunicado en el que habla de “chapuza” y de que la ciudad, este miércoles, estuvo “totalmente fuera de control”, y echa en cara al alcalde que, “como máximo representante del municipio, tenía que haber asumido el control”. Los populares piden que “se asuma responsabilidad política”.