El Cristo del Claustro ahora si que será "El Cristo de Badajoz"
la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Penitencia y Gloria de Badajoz ha decidido tomar como titular de la corporación esta imagen del siglo XVI.

Badajoz - Publicado el - Actualizado
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En un hecho histórico para la vida religiosa y cultural de Badajoz, la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Penitencia y Gloria de Badajoz ha decidido tomar como titular de la corporación al Cristo del Claustro, una de las imágenes más emblemáticas y veneradas de la ciudad. Esta decisión, tomada por unanimidad en el último pleno de la Agrupación, marca un hito en la historia de esta entidad, que hasta ahora no contaba con una advocación concreta a la que rendir culto como titular. El Cristo del Claustro, una talla anónima de mediados del siglo XVI, no solo se convierte en el símbolo espiritual de la Agrupación, sino que también refuerza su papel como referente de la identidad religiosa y cultural de Badajoz, cuya Semana Santa ha sido declarada recientemente de Interés Turístico Internacional.
El Cristo del Claustro, al que nuestro Arzobispo Fray José Rodríguez Carballo rebautizara como "Cristo de Badajoz" con motivo de la apertura del Jubileo, es una obra maestra del estilo tardogótico, creada en un contexto de intensa espiritualidad y florecimiento artístico en la España del siglo XVI. Desde su creación, esta imagen ha sido mucho más que una representación religiosa: ha sido un símbolo de esperanza, consuelo y fortaleza para los fieles de Badajoz. Su historia está marcada por numerosos traslados dentro de la Catedral Metropolitana, cada uno de los cuales ha añadido capítulos a su rica trayectoria.
Inicialmente, la imagen se ubicó en la capilla de Santa Teresa o de San Fernando, donde presidió ceremonias religiosas y se convirtió en testigo de momentos clave para la comunidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, las condiciones climáticas y el deterioro natural afectaron su estado, lo que llevó a su traslado al altar del Claustro. Allí, aunque expuesto a las inclemencias del tiempo, el Cristo continuó siendo un foco de devoción ininterrumpida. Los fieles, a pesar de las adversidades, nunca dejaron de acudir a él, encontrando en su presencia un refugio espiritual.
A finales del siglo XVII, el obispo Marín de Rodezno decidió reubicar la imagen en una capilla dedicada exclusivamente a su culto, conocida como la capilla del Santo Cristo. Este gesto no solo protegió la talla de los elementos, sino que también consolidó su importancia dentro del patrimonio religioso de la catedral. Desde entonces, el Cristo del Claustro ha permanecido en este espacio, aunque su devoción ha trascendido los muros del templo, arraigándose profundamente en la identidad religiosa de Badajoz.
Como ya hemos comentado, con motivo de la celebración del Año Jubilar, el Cristo del Claustro ha sido trasladado al Altar Mayor de la catedral, un hecho que subraya la excepcionalidad de este evento religioso. Su presencia en este lugar central no solo revitaliza su culto, sino que también refuerza su papel como símbolo de unidad y fe para la ciudad. Este gesto ha sido respaldado por la Agrupación de Hermandades y Cofradías, que ha visto en esta imagen un vínculo perfecto entre el pasado y el presente de la devoción en Badajoz.
Sin embargo, el traslado no fue el único cambio reciente. Debido al deterioro acumulado a lo largo de los siglos, la imagen ha sido sometida a un minucioso proceso de restauración llevado a cabo por el reconocido restaurador Ricardo Kantowitz. Este trabajo, realizado en varias etapas, ha seguido principios de mínima intervención y reversibilidad, garantizando la estabilidad estructural de la talla y preservando su valiosa policromía original. Mediante técnicas no invasivas y la aplicación de adhesivos reversibles, se han consolidado las áreas más frágiles, asegurando que la imagen pueda seguir siendo admirada por generaciones futuras.
La decisión de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de tomar al Cristo del Claustro como titular de la corporación no es casual. Esta imagen, con más de cinco siglos de historia, encarna la esencia de la devoción y la tradición religiosa de Badajoz. Su elección como titular no solo honra su legado, sino que también revitaliza su culto, invitando a nuevas generaciones a descubrir su historia y a fortalecer los lazos comunitarios a través de la fe.
Además, este nombramiento coincide con un momento crucial para la imagen que, desde este lugar privilegiado en el que se encuentra, simboliza una renovación espiritual tanto para la imagen como para los devotos que encuentran en ella una fuente de inspiración y esperanza.
El Cristo del Claustro es mucho más que una talla religiosa: es un testimonio vivo de la historia, el arte y la fe de Badajoz, como señalaba para la Cadena COPE Laura García, presidenta de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Penitencia y Gloria de Badajoz. Su reciente restauración, su traslado al Altar Mayor y su nombramiento como titular de la Agrupación son pasos fundamentales para asegurar que su legado perdure.