Cáceres y las nuevas energías

Obviando cuánto tiene Cáceres de cosas nobles, desde arte rupestre, ser durante siglos una de las ciudades mas importantes de Lusitania, situándose sobre Vía de la Plata, quedando posteriormente abandonado el asentamiento durante el periodo de las grandes migraciones, hasta su reconquista por Alfonso IX de León en 1229, quien otorgó los fueros como villa, quedó en los siglos siguientes dirigida por una mesocracia de caballeros agrícolas favoreciendo la construcción de palacios y casas nobles que todavía se conservan.

Tras superar los ochenta mil habitantes en la década de 1950, su economía se desvió hacia una grave burbuja inmobiliaria que amplió el espacio urbano mucho más allá de su crecimiento demográfico, viviendo un estancamiento económico con alto nivel de paro. La economía cacereña es extraordinariamente dependiente del sector servicios que en 2020 empleaba a nueve de casa diez trabajadores, además de albergar a numerosos empleados públicos y contar con unos mil quinientos establecimientos privados comerciales y de servicio, la ciudad es un importante centro de turismo.Se ha advertido sobre la necesidad de aumentar la industria en la ciudad, ya que el sector servicio es incapaz de reducir el elevado paro.

La empresa "Extremadura New Energies" que promueve la construcción de una mina de litio en Cáceres, considera que hay alternativas suficientes y mantiene un compromiso firme de un nuevo proyecto que incluye una explotación subterránea y que incorporará los máximos estándares de sostenibilidad medioambiental.

Cáceres se resiste a ceder su litio y los cacereños mantienen una lucha en calles, despachos y tribunales. El proyecto puede aportar riqueza económica, pero también conlleva un coste social, medioambiental y, sobre todo, sentimental. También apuntan el perjuicio que supondría para el turismo, el daño medioambiental y paisajístico de la mina. “ Para nosotros la montaña es un símbolo”. “Lo más importante es que está a 800 metros de Cáceres”.

También hay cacereños significativos que se alinean con la empresa y, como esta, consideran que es una oportunidad económica para Cáceres. Mientras tanto, la riqueza económica y laboral que ofrece el proyecto sigue estancada con recursos presentados por la empresa.

En cualquier caso, al parecer, la empresa considera que “hay suficientes argumentos jurídicos que sostienen la validez del permiso concedido con todos los plácemes en su momento y posteriormente anulado una vez realizada la investigación”. Por eso la compañía esperará al dictamen judicial para decidir el camino a seguir en el proceso administrativo. Parece ser que las posiciones de cacereños comienzan a cambiar. Algunos dirigentes que manifestaron su disposición hasta dimitir si se aprobaba el proyecto inicial ahora se muestran atentos a la nueva proposición de la firma en su propósito por extraer litio en Cáceres. "La nueva mina de litio en Cáceres será subterránea y no a cielo abierto, dejará 1200 millones en impuestos y creara l.500 empleos” dicen.

Respecto a la fábrica al baterías, la prometida, está con discrepancias económicas en la Comunidad Valenciana y en Valladolid se ha realizado la firma del protocolo de intenciones entre el Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León con InoBat para poder acoger en esta localidad la nueva fábrica de baterías que la multinacional eslovaca provecta. Un proyecto que supone una inversión de 3000 millones de euros y la creación de 2.100 puestos de trabajo en una primera fase.

El objetivo empresarial es el abastecimiento del mercado europeo con soluciones energéticas sostenibles. Igualmente el mercado latinoamericano.

Los cacereños, entre los que me incluyo naturalmente, pediremos a nuestra Virgencita de la Montaña que ilumine a quien tome la decisión y que esta sea la mejor para Cáceres.