"¡Almaraz no se cierra!": La batalla por la central nuclear enciende Extremadura

El cierre de la central nuclear de Almaraz ha sido confirmado por la orden firmada por la ya exministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, antes de abandonar su cargo para asumir un puesto en Europa. La medida, que forma parte del plan del gobierno español para eliminar gradualmente la energía nuclear, ha generado una intensa polémica tanto a nivel político como social.

La central de Almaraz, ubicada en la provincia de Cáceres, es uno de los principales motores económicos de Extremadura, con más de 3.000 empleos, entre directos e indirectos, que dependen de su actividad. Además, el municipio donde se sitúa es uno de los más ricos de la región, gracias a los ingresos generados por la planta.

La decisión de Ribera ha recibido críticas tanto de expertos como de actores políticos y sociales. Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear, señaló en declaraciones recientes que España es el único país con centrales nucleares en funcionamiento que ha decidido cerrarlas mientras el resto del mundo apuesta por esta fuente energética como parte de la transición hacia un modelo más sostenible. “Todos están yendo por una autopista, y España va en sentido contrario. Somos el kamikaze”, aseguró.

En Extremadura, el descontento ha sido especialmente visible. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, expresó su rechazo frontal a través de un mensaje publicado en la red social X:

“¡Almaraz no se cierra! Ni vamos a callar ni vamos a acatar el sectarismo medioambiental de la señora Ribera. Si en Europa defiende la nuclear, aquí también. De ello dependen miles de familias extremeñas y la soberanía energética de todo un país”.

María Guardiola

Presidenta de la Junta de Extremadura

La postura de Guardiola refleja el sentir de muchos extremeños que temen las consecuencias económicas y sociales del cierre. Además, la presidenta cuestiona la aparente contradicción de Ribera, quien en Europa podría respaldar la energía nuclear mientras en España impulsa su desaparición.

Un futuro incierto

Aunque la orden ha sido emitida, aún existe la posibilidad de revertir el proceso. Todo depende de la postura que adopte la nueva ministra de Transición Ecológica, Sara Aguesen. Sin embargo, fuentes cercanas al ministerio consideran poco probable que se produzcan cambios significativos en los planes establecidos.

Mientras tanto, la controversia sobre la energía nuclear en España sigue creciendo, en un contexto en el que la dependencia energética y la sostenibilidad son temas prioritarios para el país y para la Unión Europea. En este debate, Almaraz se ha convertido en el símbolo de una batalla política, económica y social con profundas repercusiones.