Carlos Labrador: 16 años de revolución en la pesca extremeña
Deja su cargo tras impulsar una transformación que triplicó el número de federados y modernizó el deporte en la región
Mérida - Publicado el
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Carlos Labrador, una figura clave en la historia reciente de la pesca deportiva en Extremadura, ha anunciado su retirada del ámbito federativo tras 16 años de servicio, 14 de ellos como delegado provincial de Cáceres. A sus 38 años, Labrador deja un legado imborrable que ha marcado un antes y un después en la Federación Extremeña de Pesca, gracias a su enfoque en la modernización, el crecimiento y la promoción de los valores del deporte.
Un legado de transformación
Labrador comenzó su relación con la pesca desde niño, inspirado por su padre, y con los años se convirtió no solo en un pescador de élite, sino en un gestor visionario. “Pasamos de tener algo más de 3.000 federados a mucho más de 7.000”, aseguró durante su discurso de despedida, subrayando que este aumento no solo fue numérico, sino cualitativo.
Desde que asumió responsabilidades en la federación, Labrador lideró una transformación digital que modernizó la organización de competiciones, la gestión de clasificaciones y sorteos, y la manera en que se promovían los campeonatos. Estas iniciativas lograron que el deporte en Extremadura alcanzara un nivel de reconocimiento nacional e internacional.
Además, su labor se enfocó en la formación de las nuevas generaciones, creando programas de tecnificación para jóvenes pescadores y promoviendo la participación de equipos extremeños en campeonatos nacionales e internacionales.
Éxitos deportivos y organizativos
Bajo su dirección, la federación no solo creció en número de federados, sino también en prestigio deportivo. Extremadura se consolidó como una de las comunidades líderes en el medallero nacional, logrando un récord de premios y participaciones en los últimos años.
Carlos Labrador, además de gestor, es un pescador de élite: ha sido tres veces campeón de España y subcampeón del mundo. También organizó competiciones de todo nivel, desde provinciales hasta campeonatos mundiales, demostrando su compromiso tanto dentro como fuera del agua.
A pesar de sus logros, Labrador ha decidido dar prioridad a su familia y a su desarrollo personal. “Tengo hijos a los que dedicar mi tiempo, y quiero ser un poco más egoísta ahora, dedicándome a mi pesca personal y a disfrutar de la vida en familia”, explicó.
Sin embargo, su retirada no significa un adiós definitivo al mundo de la pesca. Labrador seguirá compitiendo y manteniendo vivo su amor por este deporte, aunque dejando el peso de la gestión en manos de sus compañeros de la federación.
El futuro de la federación
La Federación Extremeña de Pesca queda en buenas manos, según Labrador, quien confía plenamente en sus sucesores. “Espero que el próximo delegado provincial sea igual o mejor que yo, porque eso hará grande a nuestra federación”, afirmó.
Con su salida, Carlos Labrador deja una federación fortalecida y una comunidad deportiva agradecida. Su legado, que combina pasión, modernización y un profundo compromiso con el deporte, será recordado como un pilar fundamental en la historia de la pesca en Extremadura.