Chandavila ya es Santuario Diocesano: el primer paso para convertirse en lugar de peregrinación internacional

El arzobispo de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, ha elevado esta tarde al Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Chandavila en La Codosera (Badajoz) a la categoría de 'Santuario Diocesano, lugar de paz, consuelo y oración', tal y como reza el documento remitido desde la Santa Sede, y con la vista puesta en ser declarado internacional.

La declaración como Santuario Diocesano, en el transcurso de una eucaristía, llega después de que el pasado 22 de agosto se recibiese la misiva por parte de la Santa Sede, con el visto bueno del Papa Francisco, en la que se otorgaba el "nihil obstat" necesario que reconoce la "riqueza espiritual" del templo e incide en la promoción de las peregrinaciones al santuario.

Al multitudinario acto, celebrado en la explanada del santuario, en coincidencia con la festividad de Nuestra Señora de los Dolores, han asistido obispos españoles y portugueses, una veintena de sacerdotes, representantes de cofradías, devotos en general y autoridades civiles, entre ellas la consejera de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes, Victoria Bazaga, y alcaldes de la zona.

Antes de la misa, se han leído los decretos de Roma y del arzobispado y se ha nombrado al párroco de La Codosera, Hilario Evirie Njole, primer rector del Santuario.

Por último, el arzobispo ha impuesto a la imagen de la Virgen de Chandavila un rosario del Papa y una cruz pectoral propia. Tras la misa, se ha llevado a cabo la procesión de las velas alrededor del santuario.

Monseñor Rodríguez Carballo espera que tras este acto, Chandavila sea "un lugar de peregrinación comunitaria, parroquial, de grupos y comunidades cristianas o de fieles particulares, buscando algo de paz y esperanza para sus vidas".

En su decreto, el arzobispo ha dado a conocer las disposiciones "de un lugar que debe seguir siendo de oración, de culto, de caridad, y de devoción a la Virgen María; un lugar donde se preste también especial atención a los devotos portugueses".

Espera que tras este paso, ser proclamado Santuario Diocesano nacional, sea el anticipo para ser catalogado como internacional, entre otros motivos, debido a la presencia de muchos fieles portugueses, para lo que se prevén además impulsar eucaristías en idioma luso.

El santuario de Chandavila fue levantado tras producirse en dicho lugar del término municipal de La Codosera las apariciones marianas de 1945 a las niñas Marcelina Barroso y Afra Brígido, de 10 y 17 años de edad.

Su declaración como Santuario Diocesano "representa un espaldarazo oficial por parte de la Iglesia, lo que también es muy relevante para los fieles", tal y como manifestó en comparecencia de prensa recientemente el secretario general-canciller de la archidiócesis, Carlos Torres.

No obstante, aclaró que todo ello "no significa un juicio sobre las visiones que tuvieron Marcelina y Afra presuntamente en los años 40 y 50, ni de la santidad de vida de estas personas, que por otra parte llevaron a cabo una vida ejemplar".

"La idea es dar toda la tranquilidad y confianza a los fieles en relación a que el ambiente espiritual, el mensaje y la experiencia de fe que se vive en Chandavila es sana conforme a lo que enseña la Iglesia y perfectamente recomendable -incidió- y que los testimonios que se dan de conversión, de paz, de perdón y de alegría lo corroboran".