La Comisión Europea aprueba 81 millones de euros para la planta de diamantes en Trujillo

La Comisión Europea ha dado luz verde a una ayuda estatal española de 81 millones de euros destinada a la construcción de una planta industrial de fabricación de diamantes sintéticos de grado semiconductor en Trujillo, Cáceres. Este ambicioso proyecto, liderado por la empresa estadounidense Diamond Foundry Europe, supondrá una inversión total de 675 millones de euros, posicionándose como uno de los más relevantes en Europa en este sector.

La planta, que será completamente neutra en carbono y operará con energía renovable proveniente de una planta solar fotovoltaica, producirá entre cuatro y cinco millones de quilates de diamantes sintéticos al año. Estas obleas de diamante se utilizarán como alternativa al silicio en sectores estratégicos como las redes 5G, los vehículos eléctricos y otras tecnologías avanzadas.

El proyecto creará 300 empleos directos y una importante cantidad de puestos de trabajo indirectos en la región, impulsando el desarrollo económico de Trujillo y convirtiéndola en un referente industrial en Europa.

“La ayuda es clave para que este proyecto sea una realidad, ya que sin ella, no se habría llevado a cabo”, ha señalado la Comisión Europea en su comunicado. Además, Bruselas ha destacado que el apoyo estatal es proporcionado y cumple con las normativas de competencia de la Unión Europea, al limitarse al mínimo necesario para incentivar la inversión.

Teresa Ribera, vicepresidenta de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, ha subrayado que esta iniciativa contribuirá no solo a la transición hacia una economía descarbonizada, sino también al fortalecimiento de la competitividad tecnológica de Europa. “Es una apuesta por la sostenibilidad, la innovación y el empleo de calidad en una región clave para el desarrollo regional de España”, ha declarado Ribera.

Este proyecto refuerza los objetivos estratégicos de la Unión Europea en cuanto a transición ecológica, desarrollo industrial y creación de empleo, consolidando a Cáceres como un nuevo polo tecnológico dentro del territorio europeo.