Denuncian la situación "insostenible" del Marcelo Nessi: “Cualquier día va a ocurrir una tragedia”

El pasado lunes un episodio violento en el centro de cumplimiento de medidas judiciales Marcelo Nessi terminó con la intervención quirúrgica urgente de un trabajador por rotura de tibia, peroné y tobillo. En total, se han producido cuatro agresiones durante esta semana. Es la situación que ha denunciado el sindicato USO en las últimas horas y a la que se suscriben decenas de empleados.

Miguel Ángel González lleva quince años trabajando en la seguridad privada, de ellos, más de diez allí. Ante los últimos acontecimientos ha decidido hablar, poner voz a esta problemática. “El nivel de violencia que tenemos allí ahora mismo no lo he visto nunca. Todos los días tenemos intervenciones y las agresiones son diarias. Cuando entras de servicio pides las novedades al compañero, te informa cómo ha ido el turno anterior y ahí es cuando te pega el primer bajón” afirma.

Además de estas supuestas agresiones, Miguel señala que la misma fuerza que tienen que emplear para movilizar a los internos les dañan “después de cada intervención tienes lesiones. Tengo los brazos, rodillas y tobillos llenos de moratones. Hay compañeros que debajo del uniforme llevan rodilleras y yo, hay días que he tenido que tomar antinflamatorios para poder dormir de los dolores”.

"Muchas intervenciones son duras", así afirma Miguel “no estamos hablando de una persona que ofrece una resistencia pasiva. Hablamos de gente que te está agrediendo, que va a pegarte un puño, una patada, que te amenazan con un bolígrafo para clavártelo…”.

A todo esto, se suma la carga psicológica: “Estar continuamente amenazado, desde primera hora de la mañana hasta última hora de la tarde, es insoportable” asevera Miguel, quien añade “hay intervenciones en las que la gente se bloquea y tienes que retirar al compañero para que entre otro. Y con el resto de profesionales pasa igual. Yo he visto a cuidadoras llorando, con ataques de ansiedad” sentencia.

Como agravantes del problema, el vigilante lo tiene claro. Alude a la falta de repercusión que se da en los internos. “A un compañero le han roto la nariz y cuando preguntas por el interno te dicen que está en el módulo, jugando a las cartas con el resto de compañeros. Esto, según él, provoca que vuelvan a perpetrar estas supuestas agresiones “los internos que están agrediendo son reincidentes”.

Asimismo, añade que esta situación provoca que la plantilla de vigilantes cambie de manera constante “El 50% de la plantilla son trabajadores que llevan menos de un mes trabajando en el sector de la seguridad” y que esto contribuye a que el personal esté “poco preparado” para enfrentar estos episodios.

Miguel finaliza pidiendo a la Junta que actúe. “Que se haga cargo de la problemática que tenemos, es la responsable directa de lo que está pasando allí. Tienen la potestad de proporcionarnos los medios y la seguridad, pero está haciendo oídos sordos”. Pide celeridad “va a llegar un momento que se produzca una tragedia y llevamos avisándolo mucho tiempo” sentencia.