Extremadura ‘dopada’: El consumo de ansiolíticos y antidepresivos se dispara al triple en 17 años

El consumo de hipnosedantes en Extremadura se ha convertido en una preocupante tendencia de salud pública. La región refleja un aumento alarmante en el uso de ansiolíticos y antidepresivos, hasta el punto de triplicarse en los últimos 17 años.

María Elizabeth Agudelo Montoya, jefa del Servicio de Anestesia y Reanimación del Complejo Hospitalario Universitario de Badajoz, ha destacado cómo esta problemática también repercute en su ámbito de trabajo. “Cada vez vemos más pacientes que llegan al quirófano tomando algún tipo de hipnosedante”, explica. “Con el tiempo, estos medicamentos generan tolerancia, y los pacientes vienen más nerviosos y con niveles más altos de ansiedad y estrés” (minuto 2:29).

Agudelo señala que el aumento en el consumo está directamente relacionado con la incertidumbre económica, el desempleo y la pandemia de COVID-19. Sin embargo, advierte que muchas veces el problema no se soluciona con una pastilla. “A veces, una terapia psicológica ayudaría más a afrontar el problema de raíz”, sugiere.

Expertos insisten en la necesidad de priorizar tratamientos alternativos y un enfoque psiquiátrico más personalizado para evitar la dependencia a largo plazo y afrontar las causas reales que originan la ansiedad y la depresión en la región.