Extremadura intenta recuperar la normalidad tras la última cadena de borrascas
Este domingo se han reabierto al tráfico la CC-437 al Pico Villuercas y la CC-224 de Hervás a Cabezuela del Valle.

Pico Villuercas
Badajoz - Publicado el
1 min lectura
Extremadura respira aliviada tras el paso de la borrasca Martinho. Este domingo, las carreteras CC-437 (acceso al Pico Villuercas desde Guadalupe) y CC-224 (Hervás a Cabezuela del Valle) han sido reabiertas al tráfico tras días de cierre por acumulación de nieve, según confirmó la Guardia Civil. La medida marca el inicio de la desescalada de la emergencia en la región, aunque Cáceres mantiene protocolos activos por los desembalses preventivos en el Tajo.
Además la Junta de Extremadura ha desactivador la Situación Operativa 0 del Plan INUNCAEX en Badajoz, tras comprobar que el riesgo de inundaciones ha remitido gracias a la estabilización de los cauces y la ausencia de nuevas precipitaciones. Sin embargo, la provincia de Cáceres sigue en alerta debido a las descargas controladas de agua desde los embalses de la cuenca del Tajo, una medida preventiva para evitar desbordamientos tras las lluvias intensas de la semana pasada.
Equipos de emergencia y recursos de la Confederación Hidrográfica del Tajo permanecen desplegados en zonas críticas para monitorizar los niveles del río y reforzar infraestructuras.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirma que Extremadura no enfrentará precipitaciones ni nevadas esta semana, a diferencia de comunidades como Cantabria o el sistema Ibérico, donde siguen activos avisos por fenómenos adversos. En la región, dominarán vientos suaves del oeste y noroeste, con un progresivo aumento de las temperaturas máximas. No obstante, se mantendrán heladas dispersas en zonas de meseta, aunque menos intensas que en el norte peninsular.
Las autoridades extremeñas insisten en la necesidad de consultar fuentes oficiales para actualizaciones, especialmente en Cáceres, donde los desembalses podrían afectar a áreas ribereñas. Mientras tanto, el norte y este de España lidian con el último coletazo de Martinho: nieve en el Ibérico, lluvias persistentes en el Cantábrico y tormentas en Baleares.