¿Fue el misterio de la primitiva millonaria de A Coruña un engaño del lotero?

El misterio de la primitiva millonaria que apareció en A Coruña da un nuevo giro. La policía sospecha que el lotero que dijo encontrar el boleto premiado en su administración pudo ocultar a su dueño que estaba premiado con casi cinco millones de euros.

Un informe de la Policía Judicial de A Coruña apunta a que el responsable de la administración de San Agustín se podría haber quedado con el resguardo que le entregó un cliente para su comprobación. Según los registros de las máquinas facilitados por Loterías, el 2 de julio de 2012 el hombre habría facilitado varios boletos para su comprobación, todos ellos sellados días antes en la administración de Carrefour de la ciudad herculina. Al introducirlos, saltó el aviso del premio en una de las Primitivas. Las instrucciones de la terminal eran "Entregar al cliente. El resguardo es ganador de sorteo: 30 jun 12. 1 Premio(s) de cat. 1. Llevar resguardo a la delegación", pero no se habrían cumplido.

El lotero despacharía tres euros de otra apuesta sin decir nada de la combinación agraciada con 4,7 millones. Al día siguiente, entregó el comprobante en la delegación de Loterías y declaró que lo había encontrado abandonado en su administración, cuando estaba solo.

MÁS DE 200 RECLAMANTES Y, DE MOMENTO, NINGÚN DUEÑO 

El informe policial ha sido elaborado para uno de los procesos abiertos en los juzgados para reclamar este premio. Quien demanda es la familia de un hombre, ahora fallecido, que reclama ese dinero desde hace años. Quieren demostrar que fue él quien selló la suculenta Primitiva. 

El caso sigue sin resolver desde hace más de siete años, y continúa ahora por vía judicial. Actualmente son seis los procesos que se dirimen en los juzgados sobre el extravío más famoso de los últimos años en la ciudad herculina. Si se archivan todos, el dinero se adjudicará a la persona que encontró el boleto, es decir, al propio vendedor, que ya solicitó cobrar el premio en septiembre de 2012.

En 2013, el Ayuntamiento de A Coruña abrió un proceso administrativo público para intentar encontrar el legítimo dueño de la primitiva perdida. Más de 200 personas dijeron ser los que la habían sellado pero ninguna pudo demostrarlo