Las consecuencias del incendio de un parking subterráneo en A Coruña: “Un problema gordísimo”
El aparcamiento de Os Mallos quedó destrozado y ahora genera el desafío de estacionar más de 500 vehículos en un barrio con problemas de espacio desde hace décadas
Coruña - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Un pavoroso incendio lo destrozó a finales de diciembre. Y ahora se muestra como un espacio fantasmagórico. Esta semana retiran los últimos coches que quedaban en el parking subterráneo de Os Mallos, en A Coruña. Muchos de ellos lo hacen por medio de grúas, ennegrecidos y llenos de hollín.
Daños mayores a los inicialmente valorados
Los daños fueron muchísimo mayores que lo pensado inicialmente. Lo admite el responsable del parking, José Alejandro Salgado. “Por dentro está muy muy deteriorado”, relata, y “no hay ni un solo coche que no esté manchado”. Las afectaciones son diversas, “ciento y pico con polvo en los conductos de ventilación y un número bastante grande con defectos importantes”.
Los daños estructurales alcanzan una magnitud “muy considerable”. Sin ir más lejos está “toda la parte eléctrica absolutamente destrozada, al quemarse cables se fundieron aparatos”, indica Salgado. “En una valoración por encima calculo 300 o 400.000 euros de pérdida”, asegura.
En todo caso, lo que se les pide a los dueños de los coches es que pasen todos los daños al seguro. Cuando se determine en qué vehículo se inició el fuego, se le reclamará el coste de las reparaciones en el parking, los coches y hasta lo que cuesta el aparcamiento alternativo, en caso de haberlo.
¿Dónde aparcar en Os Mallos?
Es necesario vaciar el aparcamiento para completar la investigación de lo sucedido pero también completar las obras de reparación se espera que el parking esté cerrado unos tres o cuatro meses, como mínimo. Retirar el hollín, pintar o reponer todo el sistema eléctrico son algunas de las labores necesarias. Y mientras, en el barrio hay un problema de primera magnitud, y es dónde poder meter hasta mil coches que han quedado sin sitio.
“Los 500 coches no tienen donde meterse, es un problema gordísimo porque ya no había sitio donde aparcar”, lamenta Salgado. Y eso, sin contar con que “en rotación al día a lo mejor entraban otros 500”.
Una labor no solo difícil, sino cara. Porque nos cuenta Alejandro que se están pidiendo precios indecentes por plazas de garaje. Él está más que desanimado. El incendio coincidió con la muerte de su mujer y un importante problema médico y, por si fuera poco, hay gente que lo insulta por la calle y no entiende que fue un “accidente”.
No todos son así, porque también tiene el apoyo de la comunidad de cesionarios. Recuerda que fueron los propios vecinos de Os Mallos los que impulsaron la creación del parking hace 27 años. Ya entonces había problemas de aparcamiento que casi tres décadas después no han hecho sino agravarse.