Personas mayores aprenden a identificar emociones en Afundación: “ahora consigo controlar la ira”
El curso Conociendo las emociones ayudó a las participantes a mejorar su bienestar emocional
Coruña - Publicado el - Actualizado
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En estos tiempos la sociedad empieza a tener conciencia sobre el autocuidado y la importancia de conocerse a uno mismo. Vamos sabiendo lo que es psicología emocional, pero las personas con cierta edad les cuesta más: desde hace décadas, les han enseñado que lo que uno siente debe quedar en casa.
De ahí la importancia de
programa puesto en marcha por
. Por tercer año, a cursos
informática o inglés añaden otro,
. Está en marcha en sus diez centros de mayores +60 de Galicia.
Compartir emociones en público
Uno de los grupos que estrenó la actividad se formó en Ourense. Cada semana, personas que no se conocían de nada se reunían en una sesión conjunta con Nora, su facilitadora. Gracias a ella, aprendieron a identificar emociones, distinguirlas de los sentimientos o simplemente saber nombrar lo que estaban pasando.
A la sede de Afundación de A Coruña han ido este miércoles varias personas participantes. “Sin saber por qué o cómo llegaste ahí hablabas de intimidades que en la vida se nos habrían ocurrido. De repente, pensaba “¿y cómo estoy hablando de esto en público?”. Su compañera Chus relató que gracias a esta formación “he tratado y consigo muchas veces controlar la ira”.
En la primera edición de la actividad, casi nueve de cada diez eran mujeres, de 70 años de media. Carlos era el único hombre de su grupo y lamenta que la percepción general que ellos “no lloran o no sienten” o que estas actividades “son cosas para mujeres”. Reconoce que para él “el tema emocional era un campo desconocido” y aprender a manejarlo lo ayudó de forma notable.
Mejora del bienestar
Un análisis posterior demuestra que el proyecto no solo mejoró la gestión emocional, sino también el bienestar de las personas participantes en el 86% de los casos. En muchas ocasiones, aprendieron algo tan simple pero que les costaba horrores como “aprender a decir no”, según resaltó Sara Marsillas, investigadora de Matia Instituto.
Aunque costó inicialmente animar a la gente a que participase, en la edición de este año, la tercera, han volado las cien plazas disponibles en toda Galicia. Ahora, en Afundación darán un paso más y en 2024 pondrán en marcha otro curso para profundizar en el conocimiento emocional.