Emma Larreta sobrevivió a 27 puñaladas de su exnovio: "Tenía que trasladar mi experiencia a los adolescentes"

Fue víctima de una agresión machista que le dejó secuelas físicas permanentes

Ada Romero

Ferrol - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Emma Larreta es una pamplonica que decidió crear el proyecto "Invisibles" después de sobrevivir en el año 2007 a una agresión machista que le dejó secuelas físicas permanentes. Este miércoles está en Ferrol para mostrar las diferentes aristas de la violencia invitada por la Obra Social de Abanca dentro del ciclo "Educación siglo XXI". Repetirá a las 19 horas en la sede ferrolana de Afundación

Durante la mañana del miércoles se ha dirigido a un auditorio de adolescentes de 15 y 16 años para hablarles de la importancia de tener autoestima, de no permitir ciertos comportamientos, en definitiva, para erradicar una de las lacras sociales más dramáticas en nuestro país, la de la violencia de género. 

- ¿Emma, qué pasó en el año 2007?

Pues en el año 2007, después de una relación corta de seis meses, yo decido poner punto y final porque él  consume cocaína y yo soy muy intolerante con este tema. Él no afronta esa ruptura, me encuentra un día en la calle en una discoteca bailando con unas amigas, me zarandea enfadado y ese zarandeo hace que en mí se enciendan todas las alertas, me sentí invadida, me sentí mal, poco respetada y dije esto no se va a volver a repetir.

Al día siguiente le fui a denunciar a la policía y él vino a buscarme mi puesto de trabajo a la mañana siguiente para pedirme explicaciones, yo no se las di, me trajo unas flores, le dije que no necesitaba nada de él y ante esta negativa mía fue a comprar un cuchillo y vino a por mí, 27 puñaladas.

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Violencia machista

El proyecto 'Invisibles'

- Tras esa agresión, tras debatirte entre la vida y la muerte, decides que vas a ayudar a la sociedad con el proyecto “Invisibles”, ¿en qué consiste?

Fui muy consciente que me moría, porque vi la gravedad del momento, la cara de la gente y tras nueve bolsas de sangre que me pusieron en el hospital y abrir los ojos casi un mes después en la UCI, dije, "Emma, esto es un regalo, esto es una vida extra".

Si una cosa me caracteriza a mí es mi pasión por la vida, mis ganas de seguir adelante y esto evento no me hizo perderlas. Al abrir los ojos, fue un regalo.

Fui muy consciente que alguien al otro lado había decidido, no Emma, tú te quedas aquí, no es tu momento, te queda mucho y estoy pagando feliz ese peaje. ¿Con quién? Con la adolescencia, que me parece que es un grupo maravilloso, lleno de energía, que están en una rampa de lanzamiento hacia algo, hacia ese futuro que van a construir ellos y ellas y qué mejor que ayudarles a que llenen esa mochila de herramientas útiles, que se quieran, se valoren, aprendan a decidir lo que no quieren en la vida, lo que les resta, lo que les va a hacer daño.

- ¿Cómo se lo trasladas a ellos y ellos cómo reaccionan Emma?

Se lo traslado desde la cercanía, siendo muy honesta y llenando el espacio de verdad, ellas y ellos se dan cuenta, esto lo perciben, muchas veces me lo han hecho llegar porque el feedback de la chavalería es muy loco, no te imaginas las cartas que me escriben, los mensajes.... es una maravilla. Tuve claro desde el primer momento que para conectar con la juventud tenía yo que bajar a su terreno, no sentarme en mi sillón de terciopelo a esperar que me hicieran caso, entonces desde esa practicidad así lo hago y hablamos de cosas que les ocupan y les interesan, no hablamos de violencia de género, hablamos de cómo gestionan en los momentos de frustración, de cómo tienen la paciencia, de qué entienden por ser violentos, de qué cosas les ilusionan en la vida.. Me parece que hay que hacer como si fuera un puzle y con todas esas piezas al final vamos a llegar a un punto que es que se construyan bien, con buenos valores, que se quieran y que tengan ilusión por aportar al grupo y por ser personas con cimientos.

Un nuevo libro 

- También acabas de publicar un libro, ha visto la luz el día 20 de febrero “El mapa de mis cicatrices” ¿ qué cuentas en él?

Es un libro, me encanta, la verdad que está teniendo una acogida fantástica porque es mucho más que una agresión, he tenido una vida muy intensa y lo que quiero demostrar con ese libro es que nos estamos acostumbrando, me da mucho miedo esto, nos estamos acostumbrando a oír nombres de mujeres en las noticias, leer en prensa, pero detrás de esos nombres hay una vida, hay unas ilusiones, hay un proyecto, hay muchas inquietudes.

- ¿Hay estigma social después de que te pase algo como esto?

Yo soy el prototipo para romper estos estereotipos, porque a mí qué me pasó en una ciudad tan pequeña como San Sebastián, que todo el mundo me conocía, yo me he criado allí y la frase más repetida fue “¿Cómo te ha pasado esto a ti Emma?". Yo me fui de mi casa muy joven, he vivido en el extranjero, he tenido mis negocios, siempre he sido dueña de mi vida, pero eso me pasó no por mi culpa sino por cómo era la persona que estaba enfrente, yo afortunadamente nunca sentí culpa, siempre llevé la cabeza muy alta desde el minuto uno y por eso me parece que tenía que emprender este camino de agradecimiento, porque hay compañeras que no están en ese momento vital, que no tienen esa energía, no es ni mejor ni peor, es que cada persona tiene una energía diferente en la vida, entonces creo que es mi labor. Yo me siento como una misionera y yo lo hago feliz de la vida y lo más importante para mí es que estoy recogiendo frutos de verdad con nombre y apellido. 

- Recorres el país contando tu historia a los más jóvenes, a los adolescentes a partir de los 14 años...

Sí, estoy feliz porque este trabajo además está saliendo de otros trabajos y eso es muy gratificante, o sea en este caso pues que te salgan otras sesiones, otros talleres que te requieran de centros de diferentes partes de España, porque han oído ese feedback de colegas de otras fundaciones, para mí es maravilloso, es un regalo.