LIBROS
El escritor ferrolano Florentino Blas Fernández escribe un libro interactivo que explica los secretos de El Calculador de Anticitera
El invento que data del siglo II A.C. es considerado como una especie de ordenador analógico capaz de prever el futuro
Ferrol - Publicado el
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El calculador de Anticitera es un mecanismo que data del siglo 200 A.C y que está considerado como una especie de ordenador analógico que sería el más antiguo del mundo.
Un invento que los griegos habrían utilizado para prever eventos cósmicos del futuro como eclipses, también para calcular los mejores tiempos para las cosechas o incluso para determinar cuál sería la mejor ciudad para celebrar las Olimpíadas.
Lo curioso de este aparato, que ha sido objeto de investigación por infinidad de estudiosos desde que se descubrió en el año 1900, es que a día de hoy nadie ha conseguido reproducirlo.
El ex profesor de electrónica e informática ferrolano Florentino Blas Fernández, fascinado por esta historia acaba de presentar un libro “El calculador de Anticitera: los secretos de la primera máquina del tiempo” en el que mediante códigos QR podremos acceder a una APP creada por él mismo para ver cómo era este curioso y misterioso invento.
UNA ESPECIE DE CALCULADORA ASTRONÓMICA
Antiquitera (ó Anticitera) es una isla griega situada al noroeste de Creta. En ella, en el año 1900, se halló un pecio a cincuenta metros de profundidad. En él los buzos encontraron varias estatuas griegas, además de joyas, mobiliario, y el famoso mecanismo de la calculadora de Antiquitera, el ordenador analógico más antiguo conocido. Uno de aquellos buzos murió durante la inmersión.
Décadas después, en los setenta, Cousteau exploró otra vez el pecio, rescatando de nuevo algún efecto. En ese tiempo descubrieron un viejo navío naufragado. Una vez avisados los arqueólogos, se encontraron estatuas de bronce, monedas y un artefacto de apariencia mecánica que parecía lo que se conocía como astrolabio, pero que estuvo a punto de confundirse con una simple piedra calcárea, por su mal estado de conservación.
Estos aparatos, utilizados para medir distancias, permitían conocer la hora si se conocía la latitud. Pero aquella máquina de Anticitera era diferente de los astrolabios, aunque hasta más de cincuenta años después de su hallazgo no se conoció su uso. Este naufragio probablemente sea el más antiguo que se ha investigado, pero se cree que el pecio todavía esconde muchas piezas de gran valor, por lo que se pretenden continuar las inmersiones.
Los engranajes de aquel aparato eran tan complejos y precisos como los de un reloj. Era una especie de calculadora astronómica que calculaba la posición de todos los cuerpos celestes. Hasta 2006 no se descifró su funcionamiento. La máquina recibía información de la posición del sol mediante un sextante, e indicaba la hora de una forma aproximada. No existía otro instrumento como éste, y no era comparable con ningún otro, ya que, leyendo la literatura de la época, habría que desconfiar de la existencia de un aparato de tal sofisticación.