Vuelta a las aulas
Esperando por los estudiantes en Santiago como agua de mayo
Esta semana arranca el curso en la Universidad y muchos pequeños negocios vuelven a trabajar a pleno rendimiento
Santiago - Publicado el - Actualizado
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Más de 18.000 estudiantes se incorporan a las aulas en la Universidad de Santiago a partir de esta semana y con su vuelta, establecimientos que durante el verano funcionaron al ralentí retomarán el ritmo habitual y en ocasiones, hasta estresante.
Es el caso de la cafetería que Alberto puso en marcha hace ahora cinco meses junto a la "Conchi", la biblioteca universitaria más concurrida de Santiago.
El arranque fue muy bueno, en plenos exámenes: " un poco descontrol, porque vino mucha gente de repente e igual no estábamos preparados" confiesa, pero esperan que la vuelta de los universitarios les permita seguir con su proyecto. "Mediados de noviembre, cuando todos empiecen a estudiar, esperamos que vaya muy bien de nuevo"
Cuenta que estudió dirección hotelera aquí en Santiago, encontró trabajo rápidamente fuera, en el sector turístico pero a comienzos de este año se decidió a emprender con un amigo y si todo va bien, ampliarán horario de apertura: "hasta que no empiece el curso, de ocho y media de la mañana hasta siete y media de la tarde y luego, cuando empiece a venir un poco más de gente, ya abriremos el sábado por la mañana y en temporada de exámenes, de ocho a ocho sin parar, de lunes a domingo".
De tener el local vacío a colas para imprimir
También están pendientes de la vuelta universitaria en las copisterías. En la que trabaja Paula, también en el Campus Sur, estos días apenas entraba gente, pero la imagen cambiará radicalmente en cuestión de horas: asegura que dentro de nada habrá colas para usar las 10 impresoras que tiene el establecimiento. Uno de los servicios que mejor les funciona es la venta de apuntes que la gente deja allí para fotocopiar, de asignaturas completas. Los autores cobran una pequeña comisión por las ventas: "os que van este ano para primeiro teñen os apuntes de anos pasados. Teñen unha comisión por cada copia... hai xente que o dona a OnG´s, ou cousas así". Asegura que "mucha gente" deja los apuntes para fotocopiar, sobre todo, del grado de Medicina. El precio del lote varía dependiendo del número de páginas y la encuadernación, lo que no cambia es la comisión, que siempre es del 10%.
¿y cómo funciona la venta de apuntes?
En el mostrador de Paula nos encontramos a María, que viene justo a recoger un pedido. Estudia quinto de Medicina y es clienta del servicio de apuntes. En vísperas de que comiencen las clases, se lleva los de Endocrinología. Los que se lleva son de una antigua alumna de la USC que comparte todos sus apuntes de la carrera, pero explica que también hay otros que elaboran conjuntamente grupos de alumnos: "el curso entero se organiza de tal forma que los que forman parte de esta comisión, cada uno hace una clase, luego hay otras personas que los revisan, ponen fotos, anotaciones... Y luego hay otro tercer filtro que comprueba que las clases han sido iguales en los tres grupos, antes de que los apuntes se compartan entre todos los que han participado".
María asegura que el sistema funciona muy bien, porque cada año los apuntes se reelaboran sobre los del año anterior, "así que se van mejorando cada vez más y es que están clavados a lo que dice el profesor! ". Afirma que tanto esta opción como los apuntes "de la otra chica que los vende en la copistería son muy buenas para estudiar".