El estado de alarma por el coronavirus hace que se desplomen las ventas del marisco gallego

Hay mucha preocupación en el sector del marisqueo gallego. Las ventas han bajado un 77% con el estado de alarma decretado por el Gobierno el pasado 14 de marzo y eso está generando mucho malestar entre los profesionales.

Las pescaderías están abiertas, pero faltan clientes. Así, la responsable de pescados Mari Carmen en la plaza de Abastos de Santiago explica a Cope que "se vende poco". En su caso una parte importante de los compradores eran los restaurantes de la capital gallega, que ahora están cerrados. También ha bajado el cliente particular que antes se acercaba a la plaza a hacer la compra.

Ante esta situación, la Xunta recuerda que entran dentro de los colectivos que pueden pedir compensaciones al Gobierno por la alerta sanitaria, porque el desplome de facturación supera el porcentaje del 75%. Así, desde la consellería de Mar ya le han trasladado al sector las herramientas para que pidan esas prestaciones.

Cada cofradía de pescadores y mariscadores puede pedir el cierre o el aplazamiento de los planes de gestión. A partir de ahí la Xunta lo autorizaría y los afectados podrían pedir prestaciones.

UN CIERRE TOTAL, COMPETENCIA DEL ESTADO

Con relación a la posibilidad de que las autoridades sean quienes decreten el paro de las actividades marisqueras, tendría que ser el Estado quien tomase una decisión de ese tipo. Con la declaración del estado de alarma esas competencias se concentral en el gobierno central, por tratarse de un sector clave para el suministro de alimentos a la población.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Lo que sí puede hacer la Xunta, y lo ha hecho ya estos últimos días, es enviar a los profesionales una serie de recomendaciones para evitar contagios cuando salen a trabajar. Maximizar las medidas de higiene y respetar las distancias de seguridad con las demás personas son algunas de las reglas que deben cumplir.

LA CRISIS GOLPEA OTROS SECTORES

No es el del mar el único sector que está padeciendo los efectos económicos del covid-19. Según los últimos datos oficiales que hemos conocido unos 45.000 trabajadores gallegos están afectados por expedientes de regulación de empleo temporales (ERTES) desde que se decretó el estado de alarma.

Se han presentado más de 8.000 ERTES desde el inicio de la crisis sanitaria.Uno de los más importantes es el que afecta a la factoría de Citröen de Vigo, que contagia también a todo el sector auxiliar de la automoción de las provincias de Pontevedra y Ourense.